sábado, 24 de octubre de 2009

APRENDER A SOLTAR


Mala cosa es tener un lobo cogido por las orejas,

pues no sabes cómo soltarlo

ni cómo continuar aguantándolo.

Publio Terencio Afer







Todo ciclo se va cerrando, y parece indicar que varios cierres están en mi camino. Hoy que llego este correo, me brinco, me hizo “pensar” y reflexioné sobre lo que acontece a mi alrededor; es bello saber que la vida sigue fructificando y con mucho caminar por delante. Gracias a quienes siguen ahí y a los que se fueron; gracias por todo lo aprendido. En especial, el día de hoy a Miriam, por compartirme este texto, que ahora envío a todos ustedes. Feliz todo, soltemos para seguir evolucionando.

APRENDER A SOLTAR, COMO PARTE DEL CAMINO

Imagina que estás frente a una gran escalera, está junto a ti esa persona que es importante para ti (novio, esposo, amigo, etc.), y están fuertemente tomados de la mano. Mientras están en el mismo nivel, todo está perfecto, es disfrutable. Pero de pronto, tú subes un escalón, pero esa persona no, esa persona prefiere mantenerse en el nivel inicial; no hay problema, es fácil aún así estar tomados de las manos.

Pero tú subes un escalón más, y esa persona se niega a hacerlo, ya las manos han empezado a estirarse, no es tan cómodo como al principio, subes un escalón más, y ya el tirón es fuerte; ya no es disfrutable y empiezas a sentir que te frena en tu avance, pero tú quieres que esa persona suba contigo para no perderla.

Desafortunadamente para esa persona no ha llegado el momento de subir de nivel, así que se mantiene en su posición inicial, subes un escalón más, ahí sí es muy difícil mantenerte unido, te duele, y mucho, luchas entre el deseo de que esa persona suba, de no perderla, pero tú ya no puedes ni quieres bajar de nivel. En un nuevo movimiento hacia arriba, viene lo inevitable, y se sueltan de las manos, puedes quedarte ahí y llorar y patalear, tratando de convencerle de que te siga, que te acompañe, puedes incluso ir contra todo tu ser y tú mismo bajar de nivel con tal de no perderle, pero después de esa ruptura en el lazo, ya nada es
igual, así que por más doloroso y difícil que sea, entiendes que
no puedes hacer más que seguir avanzando, y esperar que algún día, vuelvan a estar al mismo nivel. Eso pasa cuando inicias tu camino de crecimiento interior, en ese proceso, en ese avance pierdes muchas cosas: pareja, amigos, trabajos, pertenencias, todo lo que ya no coincide con quien te estás convirtiendo ni puede estar en el nivel al que estás accesando.

Puedes pelearte con la vida entera, pero el proceso así es. El crecimiento personal es eso, personal, individual, no en grupo, puede ser que después de un tiempo esa persona decida emprender su propio camino y te alcance o suba incluso mucho más que tú, pero es importante que estás consciente de que no se puede forzar nada en esta vida.

Llega un momento, en tu escalera hacia convertirte en una mejor persona, en que puedes quedarte solo un tiempo, y duele, claro que duele, y mucho, conforme vas avanzando, te vas encontrando en esos niveles con personas mucho más afines a ti, personas que gracias a su propio proceso, están en el mismo nivel que tú y si sigues avanzando, ellos también.

En esos niveles de avance ya no hay dolor, ni apego, ni sufrimiento: hay amor, comprensión, respeto absoluto. Así es nuestra vida amigos, una infinita escalera, donde estarás con las personas que estén en el mismo nivel que tú, y si alguien cambia, la estructura se acomoda. De hecho, cada personalidad, ocupa un distinto nivel que los demás, así cada partecita de la verdad, formará la verdad absoluta, de hecho ya es así. Así que sería egoísta, poner al mismo nivel a la eternidad. A mi me costó en lo particular mucho soltarme, aún después de una fuerte ruptura, seguía viendo para atrás, esperando un milagro, y el milagro apareció, pero no de la manera en que yo hubiera supuesto, apareció bajo otros nombres, otros cuerpos, otras actividades, perdí a una amiga, y gané a 20 más, perdí un mal trabajo y ahora tengo un excelente trabajo y con oportunidades de tener más de lo que soñé alguna vez, perdí un auto que no me gustaba y ahora manejo el auto de mis sueños, perdí a un hombre al que creí amar, para darme cuenta que ahora lo que tengo en este momento de mi vida, ni siquiera podía soñarlo hace unos cuantos meses.

Cada pérdida, cada cosa que sale, es porque así tiene que ser, déjales ir, y prepárate para todo lo bueno que viene a tu vida, tu sigue avanzando y confía, porque esta escalera es mágica y si no me crees, ¿por qué no lo compruebas por ti mismo?

Mil gracias al Profesor José de Lira por compartir estos fragmentos de sabiduría.