sábado, 30 de agosto de 2008

ME GUSTA SER INFELIZ


El colmo de la infelicidad es temer algo,
cuando ya nada se espera.
Lucio Anneo Séneca

Hay quienes definen la felicidad como un momento donde el ser humano se encuentra en plenitud, ya sea de sus actos, habilidades, conductas, valores o cualesquiera actividad que realice. Pero, de igual forma, fuera de allí, resulta que estamos predestinados a ser infelices y buscar siempre esos momentos “extáticos” o “cumbres” para sentirnos ad hoc, cuando nuestra vida debería ser al contrario.. Ser felices y dejar su antónimo para los momentos en que llegue.
En ese aspecto, cualquier calificación que me de a mi mismo como humano, mi valoración general y autoaceptación, dependen de la perfección de mis acciones y del grado de aprobación que me den los demás; dependo de los otros para ser feliz. Con esta idea en la cabeza, les dejo la siguiente lista de ideas irracionales adaptada del Manual de Terapia racional-emotiva de Ellis y Grieger.
Si adoptamos las siguientes máximas… entenderemos nuestro propio grado de infelicidad… Bienvenido si te queda alguna… yo, me pongo bastantes…
1. Es absolutamente necesario ser amado y aprobado por los demás casi en todo momento.
2. Debo ser infaliblemente competente y perfecto en cualquier actividad que emprenda.
3. Las personas que me hieren o me hacen daño son malas, perversas y ruines. Debo culparlas, condenarlas, y castigarlas con severidad.
4. Es horrible, terrible o catastrófico que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen.
5. Los sucesos externos causan gran parte de la infelicidad humana y tengo poca capacidad para controlar mis sentimientos o para librarme de la depresión, la hostilidad y sentimientos similares.
6. Encuentro más fácil evitar enfrentarme a las muchas dificultades y responsabilidades de la vida, que comprometerme con formas provechosas de autodisciplina.
7. Si algo me parece peligroso o amenazante debo preocuparme y perturbarme por ello.
8. Mi pasado sigue siendo importante, y sólo porque haya ejercido una enorme influencia en determinado momento de mi vida, ello tiene que seguir determinando mis sentimientos y conductas del presente.
9. Las personas y las cosas deberían ser mejores de lo que son, y debo considerar horrible y espantoso no encontrar rápidamente soluciones buenas a los problemas de la vida.
10. Puedo alcanzar la felicidad a través de la inercia y la no acción, o "disfrutando de mí mismo" pasivamente y sin comprometerme. Todas las cosas deben estar ordenadas, y yo debo estar seguro de ello para sentirme bien.
11. La calificación global que me doy a mí mismo como humano, mi valoración general y autoaceptación, dependen de la perfección de mis acciones y del grado de aprobación que me den los demás.
“No hay nada más difícil que soportar una serie de días buenos”.
Dostoievski