martes, 30 de diciembre de 2008


Siempre que sueño las playas,
las sueño solas, mi vida.
R. Alberti.
Un día más en el caminar de nuestros sueños, recordando a Machado. “Caminante, no hay camino; se hace camino al andar”. Hoy, nos vemos trazando caminos, nuevos senderos; cada uno de nosotros abre pasos para nuevas generaciones: hijos, sobrinos, nietos o seres totalmente desconocidos que aprovecharán nuestro andar para seguir nuevos derroteros. Es un peregrinaje eterno… caminar, soñar… soñar, caminar…
Tanto hemos andado que nuestros pies aquejan las huellas del camino. Vale la pena lo marchado por todo aquello recorrido: amigos-enemigos, esperanzas-desaciertos, triunfos-fracasos, alegrías-tristezas, amores-desamores; todo ambivalente, en perfecto equilibrio. Hoy corresponde agradecer a esa dualidad: a todo lo bueno, a todo lo malo… a todas las huellas dejadas en el camino por nuestros sueños hechos sendero.
Gracias por compartir un pequeño trecho de sus vidas conmigo, sus comentarios y sus silencios alentaron al sapo a seguir escribiendo…
Gracias por mandar un correo o no mandar ninguno, justo es el precio de llegar a otros.
Gracias por su amistad o su desprecio… Oíd los perros ladrar…
Gracias por permitirme soñar y despertarme en lo más bello…
A todos y cada uno, sin mencionar nombres, esperemos seguir este bello camino semanal en el próximo año… los dejo, felices sean sus fiestas…

A solas esta noche he tenido un sueño
me ha hecho despertar,
vi a los que amo encontrar un paraíso,
extender las alas sobre las aguas
de un brumoso lago.
A solas pienso en aquellos
para los que un sueño fue tener un Ferrari,
pisar el acelerador, llegar más lejos,
y me produce tristeza.
Pero si miro lejos de mi nariz
alguien sueña con los hijos que nacerán,
reunirse con sus aitas aunque no les pueda abrazar,
o con un mundo inventado donde es posible vivir
libres
iguales
y nada nos impida comprar un billete
para regresar al andén de dónde partimos.
¿Por qué sucede a veces
que nadie se atreve a soñar?
Es posible que el límite sea el miedo
de añorar la inocencia, la juventud
cuando creíamos que todo
se podía alcanzar.
Esta noche quiero acercar el mar
allí dónde no hay sueños, sentirme en paz
o con la satisfacción de haber conseguido
alguna meta
y pese a que dudo entre recordar el pasado
o soñar, quiero hacerlo con vosotros,
inventaremos bellos poemas
que consigan de nuevo
hacernos vivir en la realidad.

Estel Julià

sábado, 20 de diciembre de 2008

SOÑAR


El futuro pertenece a quienes
creen en la belleza de sus sueños.
Eleanor Roosevelt



A lo largo del año he hecho una serie de reflexiones, algunas con mucho sentido, otras; como dicen algunos amigos: “de cuál te fumaste...” y la de más allá; pertenecientes a diversas metáforas o textos que me encuentro en el ciberespacio y considero pertinentes para mi ser y compartirlo con ustedes. Estamos a punto de cerrar diciembre y con él otro año más… Muchos propósitos, anhelos y esperanzas fueron yéndose con el pasar de los días y hoy comen, vamos a recopilar cuanto de lo dicho, hecho está. Y, con ello, volver a volar, que nuestros sueños sigan siendo el motor de nuestras vidas, construyendo nuevos castillos y pensando en nuevos caminos.. Hoy, comparto mi navidad, mi nuevo nacer, con dos textos: el primero, relativo a los sueños, con mucho trasfondo de Jorge Bucay; y el segundo que me hizo llegar Nanis en un correo electrónico.
A todos… Felices fiestas. Nos vemos en enero.

Algunas personas son como Jumbo, tienen mucho potencial pero hace años se convencieron que los sueños son sueños y ellos serían incapaces de alcanzarlos. Hacen de cualquier dificultad una barrera infranqueable, han perdido confianza en sus capacidades y siguen con abnegación los caminos marcados por otros.
La obra era gigantesca. Ruido, bullicio, polvo levantado que nunca llegaba a depositarse, martillazos, hierro contra hierro, órdenes a pleno pulmón y sobre todo, en medio del alboroto, los inconfundibles gritos de los elefantes.
Cientos de hormigas humanas se afanaban en mover enormes molones de piedra, rodándoles sobre troncos. Unos tiraban, otros empujaban, los demás desplazaban los troncos recién liberados y los traía delante de los bloques para reconstruir la vía de transporte.
Por todas partes el vocerío de los obreros, cuerpos semidesnudos enmascarados de sudor y polvo entremezclados, el crujido de los árboles talados a potentes hachazos y, alguna vez, el chillido de dolor de un hombre aprisionado bajo su caída.
Poco a poco la selva retrocedía. Pronto el antiguo templo, rescatado de la sofocante vegetación caníbal, volvería a erguirse con orgullo y esplendor.
Jumbo era uno de los elefantes de la obra, uno de los más grandes y más potentes, pero hacía todo lo que le ordenaba su cornaca sacrificadamente.
Empujaba bloques gigantescos y los subía a lo largo de una rampa para colocarlos en una plataforma, arriba de un paredón.
Con su trompa arrancaba delgados y largos árboles y los llevaba a los talleres de carpinteros que los transformaban en troncos de transportes o en vigas de andamios.
Con sus enormes patas, apisonaba la zaborra y la reducía en arena con la que los albañiles elaboraban un cemento primitivo.
La potencia de Jumbo era increíble, y cuando se erguía sobre las patas traseras y expulsaba su largo y sobrecogedor bramido, la selva entera se estremecía. Realmente, era impresionante.
Cuando el sol se alejaba en el horizonte, el cornaca llevaba a Jumbo al río dónde refrescaba su polvorienta piel y trataba de saciar su inextinguible sed.
Jumbo disfrutaba mucho estos momentos de descanso. Se revolcaba en los poco charcos que se formaban en la orilla del río; jugaba a salpicar a los pájaros que revoloteaban cerca de él; y sobre todo miraba más allá de la frontera del agua, más allá de las verdes colinas, por donde el sol no tardaría en desaparecer.
Se preguntaba qué habría por estas pistas hacía donde salían las caravanas. Cual sería su vida si pudiera escapar y franquear las profundas aguas del río, abandonar la obra y liberarse de su domador.
Alguna noche, cuando la luna llena alumbraba el campamento, oía bramar en la lejanía a otros elefantes, que habían nacido y crecido en la vasta sabana, y estos bramidos eran llamadas de libertad que le contaban una vida grandiosa, a veces dura, otra divertida, pero que sería la suya propia.
Entonces soñaba que arrancaba la cadena que le ataba y atravesaba el sólido puente de madera para crear su propio futuro.
Pero sabía que eso era un sueño imposible. Oh sí, era muy fuerte, podía mover piedras y arrancar árboles, tal como se le ordenaba. Pero nunca podría romper la cadena que por las noches rodeaba su pata ni arrancar la estaca clavada en el suelo.
Recordaba cuando se la pusieron por primera vez. Aun era un crío de poco más de un metro. Había intentado librarse de ella durante días y noches enteras, semanas tal vez, tirando, golpeando, tensando todos sus jóvenes músculos, hasta que jadeando había renunciado, vencido, desesperado, conciente de la imposibilidad de dominar las herramientas creadas e impuestas por el hombre.
Hacía muchos años ya. Y nunca más lo había vuelto a probar. Se había sentido demasiado humillado por su vieja derrota. Por qué probarlo cuando estás convencido de antemano que no serás capaz de conseguirlo ¿verdad?.
Se quedaría aquí, alimentando sus eternos sueños de realización y libertad, esclavo de los diseños de los hombres que le gobernaban, atado por su propia renunciación. Ha perdido la esperanza de libertad porque no ha comprendido que nuestras limitaciones están en nosotros mismos y en nuestra auto confianza la fuerza para traspasarlas.
Algunas personas son como Jumbo, tienen mucho potencial pero hace años se convencieron que los sueños son sueños y ellos serían incapaces de alcanzarlos. Hacen de cualquier dificultad una barrera infranqueable, han perdido confianza en sus capacidades y siguen con abnegación los caminos marcados por otros.
Anoche, uno de los pájaros se posó en la cabeza de Jumbo y le soltó:
"No dudes de ti, inténtalo, libérate de tus cadenas mentales, y alcanzarás tus sueños".

Y con ustedes, la filosofía del Tío Mito… (Gracias Nanis, te quiero mucho)
El tio Mito es un personaje muy particular, tiene 98 años y todos los dias se toma un vaso de aguardiente. Él radica en un pueblo de la Cuenca del Papaloapan, en el estado de Veracruz, de donde es originario, así que su vocabulario es característico del lugar.
Un día me dijo, 'mira negro te voy a dar 10 consejos para que vivas bien, mírame a mí, ¡estoy en la flor de la vida'! Y estos son los consejos del tio Mito:
1.- Agradece por todo, dale gracias a Dios que estás, porque otra bola de pendejos, ya se los llevó la chingada!
2.- Cuando puedas comer, come, cuando puedas dormir, duerme, cuando puedas trabajar, trabaja y si aún puedes echarte de pedos, da gracias a Dios porque tienes salud!
3.- Si en la noche no puedes dormir, pues párate y ponte a hacer algo, porque si te quedas en la cama sólo vas pensar pura pendejada!
4.- Los problemas grandotes, esos que son del mundo, mándalos a la chingada, no los vas a arreglar tú solo, deja que otros cabrones los arreglen, tú ocupate de los chiquitos, de esos que están en tus manos, atiende esos, los demas al carajo! 5.- Si te dan, agarra, todo lo que te den tómalo, asi sea un chingadazo o una bolsa de dinero, porque uno vive pensando que las cosas las genera uno, pero no sabes de qué forma te llegan, así que tú agarra y no te apendejes!
6.- No agarres lo que no es tuyo, ni el machete, ni el caballo, ni a la mujer, lo ajeno respétalo, es de otro, cada quien tiene lo suyo!
7.- A lo que te dediques, házlo con ganas, con muchas ganas y harto gusto, porque no sabes cuando te va a cargar la chingada!
8.- Cuídate de los cabrones, y cuídate de los pendejos, fijate bien como son, conócelos y nunca seas como ellos!
9.- Nunca te preocupes por lo que no tienes, cuántos cabrones que tienen todo el dinero del mundo están en el bote o pegados a un hospital; tienes algo más valioso que es tu libertad, esa no tiene madre!
10.- Manda a chingar a su madre a la muerte, que sea ella la que se preocupe por no poderte llevar y no seas tú el que se preocupe porque ya te va a llevar!

sábado, 13 de diciembre de 2008

LIBRE DE CULPA


¿Necesidad?
Palabra cómoda con que el culpable se quita
de encima la culpa,
para arrojar en el vacío
toda soberbia y traición.
E. de Geibel

EL PORTAL DE ORO
En una ciudad nacieron dos hombres, el mismo día, a la misma hora en el mismo lugar. Sus vidas se desarrollaron y cada uno vivió muchas experiencias diferentes. Al final de sus vidas ambos murieron el mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar. De acuerdo a la leyenda se dice que al morir tenemos que pasar por un gran portal de oro puro, donde allí un guardián, nos hace ciertas preguntas para permitirnos pasar.
El primer hombre llegó y el guardián le pregunta: ¿Qué fue de tu vida? El responde: "conocí muchos lugares, tuve muchos amigos, hice negocios que produjeron grandes riquezas, mi familia tuvo lo mejor y trabaje duro".
El guardián le pregunta: ¿Qué traes contigo? El responde: "todo ha quedado allí, no traigo nada", ante esto el guardián responde: Lo siento no puedes pasar debido a que no traes nada contigo". Al escuchar estas palabras el hombre llorando y con gran pena en su corazón se sienta a un lado a sufrir el dolor de no poder entrar.El segundo hombre llegó y el guardián le pregunta: -¿Qué fue de tu vida?
El responde: -desde el momento en que nací, fui un caminante, no tuve riquezas, solo busqué el amor en los corazones de todos los hombres, mi familia me abandonó y en realidad nunca tuve nada.
El guardián le pregunta:
-¿Encontraste lo que buscabas?
-Si, ha sido mi único alimento desde que lo encontré.
-¡Muy bien puedes pasar! Pero ante esta respuesta el hombre responde: "El Amor que he encontrado es tan grande que lo quiero compartir con este hombre sentado al lado del portal, sufriendo por su fortuna. Dice la leyenda que su amor era tan grande que fue suficiente para que ambos pasaran por el portal.
LA CULPA
En muchas de las religiones predominantes en nuestro planeta, se nos ha inculcado la idea de premio o castigo. Si haces las cosas bien te premian, si las haces mal te castigan. Por eso, en algunas de las vertientes religiosas, se habla de un cielo o un infierno, sobre todo en las corrientes cristianas. En otras, se habla de La Ley del karma, o causa-efecto. Esto es que acciones buenas desencadenan liberación, en tanto acciones malas nos hacen más esclavos aún de la ignorancia.
Con mucha osadía (y por qué no, tal vez insensatez de mi parte) me atrevo a decir que el efecto terrible que se puede producir en nosotros, está ligado a un sentimiento llamado culpa. Hay una diferencia entre la reflexión profunda que nos hace ver cuando a veces erramos el camino, y la culpa que asociamos a la acción pecaminosa o sucia, aquella que parece nos condenará a mantenernos alejados del Padre. Sucede entonces, que actuamos muchas veces más para no sentir esta fea sensación, que por la íntima convicción liberadora de conducirnos por el recto sendero.
En algún tiempo de mi vida, cuando alguien me enseñaba cualquier situación o circunstancia y me pedía que realizara algún ejercicio durante el tiempo en que no lo veía, yo a veces sentía culpa. Entonces, al verlo, le decía con la cabeza gacha: te he defraudado, perdóname, pues no he hecho lo que me indicaste. El me respondía: sólo el ego habla de defraudar. Levanta tu cabeza. Yérguete y comienza a hacer hoy lo que no has hecho antes. No debes sentir culpa.
Libérate y comienza a dar tus pasos. Sólo se ha escapado un poco de tiempo, pero nada logras lamentándote. No me defraudas a mí, sólo te retrasas un poco tú, pero nada más. No puedes escapar de Dios hijo mío. Él es tu destino inevitable...
Y así fue que en ese instante comprendí como el ego es un hábil actor, que a veces se disfraza de vanidoso, y otras de humilde, a veces de ladrón y otras de santo. Mejor es no tener ningún atributo, mejor es ser libre. No nacemos con culpa, ningún niño viene con culpa al mundo ¿por qué entonces tomar esa pesada carga?
A esta altura de mi existencia. Trato de aprender de todo lo que EXISTE. Aprendo de mis maestros, de una hormiga, del viento, de mis compañeros de trabajo, de mis jefes, de mis amigos y de los que me detestan. Todo en este mundo sirve para aprender.
Cuando mi química cerebral se eleva a causa de manejos erróneos de mi energía, que sucede con mucha frecuencia, me estreso, me cuesta dormirme, y somatizo mis angustias con alguna enfermedad, que es lo más común; o como de manera compulsiva.
Como decía un maestro lama… Cuando una astilla de madera se clava en tu mano, no debes permitir que se infecte. Para ello debes tomar una aguja de metal limpia. Penetras aún más abajo que la herida de la astilla, y la remueves. La astilla causa dolor. Removerla causa más dolor. Sacar la impureza causa dolor. Pero luego, debes deshacerte de la astilla y de la aguja, porque ya no son necesarias. Al tiempo, la herida cerrará y sólo quedará la marca de la lastimadura. Por eso debemos intentar ser libres. Disfrutar de esta vida, sin dañar, amando, sin sentir culpa.
Piensa en un perro pequeño. El sólo sabe jugar, vivir y disfrutar. No conoce bueno y malo. El juega, y a veces nos hace enojar, pero no tiene maldad. Así de sencillos debemos volvernos.
Había una vez tres personas junto a un maestro. El primero era un niño, pequeño e inocente. El maestro lo llevó a él solo a un campo. Le señaló el cielo y le preguntó que veía. El niño alzó su vista, y respondió: veo un pájaro volando Señor. Llevó de nuevo al niño y se llevó al segundo hombre. Este era un matemático. Sabía la gran mayoría de las leyes físicas. Durante toda su vida había leído cerca de un millar de libros, y era considerado muy sabio en su aldea. El maestro lo llevó a él solo al campo, volvió a señalar el cielo, y le preguntó que veía. El matemático observó detenidamente, y al tiempo dijo: es una grulla de cuello negro. Lo determiné por su forma de vuelo, como arquea las alas, y porque ésta es la estación del año que migran hacia el este. Definitivamente es una grulla de cuello negro.
Llevó al matemático de regreso, y se llevó al tercer hombre. Este era un hombre santo, devoto de Dios. Vivía realizando grandes austeridades, en extremo amoroso y servicial. El maestro volvió a preguntar señalando al cielo, qué veía. El devoto miró al pájaro fijamente, sonrió, y con los ojos llenos de lágrimas dijo: Veo a Dios, lo único que puedo ver es a Dios.
Reunió a los tres en el campo, se sentaron, y compartieron el atardecer. Se miraban entre ellos, y el niño, el matemático y el devoto, se preguntaban para qué el maestro les hizo esa pregunta. Entonces, le preguntaron casi al unísono, mientras el pájaro seguía volando en lo alto del cielo: Y usted que ve allí maestro?
El maestro alzó la vista, y dijo: veo un pájaro.
Creo que esta lectura es muy útil, porque muestra la sencillez. Ninguno estaba errado, cada cual solamente estaba en un punto diferente de su evolución. Esto es como un círculo que debe cerrarse, pero que inevitablemente debe ser recorrido de principio a fin.
Y cómo el viejo decía: “El corazón no envejece, el cuero es el que se arruga”

sábado, 6 de diciembre de 2008

LAS RELACIONES PERSONALES


La única manera de poseer un amigo es serlo.
(Ralph W. Emerson.)
Los seres humanos aprovechamos la oportunidad cuando nos encontramos frente a frente con una persona que tiene la habilidad de tratar muy bien a los demás. Nos hace sentir muy importantes y voluntariamente nos sentimos invitados a mantener contacto con esa persona para crear experiencias positivas que nos motiven a ser mejores.
Quienes aspiramos a tener un mejor nivel de vida personal, fortalecer nuestro esfuerzo profesional y desarrollar nuestras expectativas, que contribuyan a lograr y superar las metas esperadas, es necesario, y quizá me atrevería a decir que imprescindible, estar en disposición de un excelente manejo de técnicas y de actitudes para tratar bien a las personas. Miremos a nuestro alrededor y nos daremos cuenta de que los empresarios y gerentes de alto nivel más exitosos son los que han desarrollado la habilidad de relacionarse bien con las personas que los rodean.
El éxito o el fracaso de nuestras experiencias personales o profesionales es esencialmente un asunto de relaciones humanas. Posiblemente alcanzamos las metas sin tener un buen grupo de amigos o un buen ambiente laboral, sin embargo, con relaciones interpersonales exitosas logramos las metas en un menor plazo con resultados de mejor calidad.
Si reconocemos que esta es una llave que puede fortalecer nuestra vida personal, social, equipos de trabajo, promover una cooperación entusiasta, tener contactos clave que tomen decisiones, ¿qué estarías dispuesto a hacer para mejorar esta habilidad?
Entonces, ¿qué puedes hacer para fortalecer tus relaciones humanas? Te invito a que pienses en los siguientes cuatro consejos:
1. Sé amigo de ti mismo primero:
Si aprendemos a llevarnos bien con nosotros mismos, descubriremos que será más fácil llevarnos bien con las personas que nos rodean. Nos será imposible ofrecer una palabra de motivación si nosotros mismos no nos automotivamos.
Nos será imposible interesarnos por la superación de los demás si nosotros no tenemos metas claras para la vida. Nos será imposible valorar lo positivo en los demás si no creemos en nosotros mismos. Sé tu mejor amigo.
2. Valoremos a las personas:
Valorar a las personas nos mantendrá alejados de caer en la tentación de manipularlas a nuestro favor. No podemos hacer que otra persona se sienta importante si nosotros en secreto sentimos y pensamos más en sus aspectos negativos. Evitemos tener relaciones interpersonales de fachada. Tarde o temprano la gente se dará cuenta y perderemos su confianza, su cooperación y sobre todo su amistad. Interésate sinceramente por los demás.
3. Vivamos cada día con la meta de construir relaciones con las personas que nos rodean:
Sé muy bien que construir permanentemente las relaciones interpersonales es una inversión de tiempo y energía. Al revisar nuestra agenda diaria, los que tenemos muchas otras responsabilidades que requieren nuestra atención caemos en la tentación de quedarnos encerrados en oficinas o detrás de un escritorio aislándonos voluntariamente de las personas. Animate a invertir tu tiempo de calidad en relacionarte con las personas que te rodean. Construir las relaciones nos puede dar motivación y apoyo durante los tiempos buenos y malos.
4. Recuerda siempre que cosechamos lo que hemos sembrado:
Del mismo modo en que es imposible cosechar manzanas dulces si sembré limones, es imposible cosechar cooperación si sembré indiferencia.
Si adoptamos actitudes positivas hacia los demás, recibiremos como respuesta actitudes positivas. Si tenemos una mala actitud hacia alguien y la mantenemos, eventualmente la otra persona tendrá una mala actitud hacia nosotros.
Con buenas actitudes en las relaciones podemos abrir puertas y cerrar buenos negocios, pero con pésimas actitudes podemos cerrar las puertas y abrir un ambiente laboral muy negativo. Recuerda siempre que tener relaciones interpersonales exitosas es una decisión personal. ¡Tú decides!
Y como el viejo decía: Pa´que brincar tanto, estando el suelo tan parejo…

sábado, 29 de noviembre de 2008

EL ARTE DE LA GUERRA


El mayor espectáculo es un hombre esforzado
luchando contra la adversidad;
pero hay otro aún más grande:
ver a otro hombre lanzarse en su ayuda.
Oliver Goldsmith
Las metáforas, alegorías parábolas y analogías son una parte fundamental de nuestra existencia, es de esa forma como damos significado a muchos conocimientos abstractos que se nos van presentando en el devenir de nuestra historia. Acudimos a ellas para establecer un referente en nuestras vidas. Hoy, deseo establecer una analogía con las relaciones humanas y el arte de la Guerra de Sun Tzu. Tomemos el saco y pongámonos lo que nos compete.
La guerra es un asunto de importancia vital para el Estado, porque el campo de batalla es el lugar de la vida o de la muerte, el camino que lleva a la supervivencia o a la destrucción.
Sí el jefe está dotado de sabiduría, será capaz de reconocer los cambios de las circunstancias y actuar con rapidez. Si es justo, sus hombres estarán seguros de la recompensa y del castigo. Si es humano, amará al prójimo, compartirá sus sentimientos y apreciará su trabajo y sus dificultades. Si es valiente, conseguirá la victoria aprovechando sin dudarlo, el momento más idóneo. Si es severo, sus tropas serán disciplinadas porque temerán y recelarán el castigo.
No existe general que no haya oído referirse a estos cinco puntos. Quienes los dominan, triunfan; los que no, son derrotados.
Por esto cuando eres capaz, finge incapacidad; si eres activo, pasividad.
Si estás próximo, haz creer que éstas lejos; si alejado, que estás cerca.
Finge estar en inferioridad de condiciones, estimula su orgullo.
Atácalo en donde no esté preparado; avanza por donde menos se lo espere. “Cuando estalla el trueno es demasiado tarde para taparse los oídos.”
LA CONDUCCIÓN DE LA GUERRA
“Un ataque puede carecer de ingenio, pero es preciso que se realice con la velocidad del rayo”. De esta manera los que son incapaces de comprender los peligros inherentes a utilización de las tropas, no son capaces de comprender la forma de utilizarlas con ventaja. Trata bien a los prisioneros y cuídalos, esto se llama ganar una batalla y fortalecerse.
LA ESTRATEGIA OFENSIVA
Por regla general en la guerra la mejor política es la de tomar el Estado intacto; aniquilarlo no es ventajoso. En efecto, conseguir cien victorias en cien batallas no es el súmmum de la habilidad. Rendir al enemigo sin combatir es el súmmum de la habilidad. Lo que es, pues, de gran trascendencia en la guerra es desbaratar la estrategia del enemigo. “No permitas que tus amigos se reúnan” “Las batallas son negocios peligrosos”.
La política más nefasta consiste en atacar las ciudades. No las ataques, a menos que no haya otro camino. De esta manera, los que son expertos en el arte de la guerra someten al ejército enemigo sin combatir. Conquistan las ciudades sin efectuar el asalto y derrocan un Estado sin operaciones prolongadas.
Tu meta es tomar intacto “todo bajo el cielo”. De esta forma tus tropas estarán intactas y tu victoria será completa. Este es el arte de la estrategia ofensiva. Si las fuerzas son parecidas, puedes presentarles batalla. Si eres inferior en número debes ser capaz de comprender la retirada. “El pequeño no puede desde luego igualar al grande, como tampoco el débil puede medirse con el fuerte, ni lo que son pocos, con los que son muchos”.
“La confusión del ejército, conduce al triunfo del adversario” “El que no tiene conciencia clara de sus propósitos no puede enfrentar al enemigo”. Hay que saber que existen cinco circunstancias en las que la victoria es predecible:
1. El que conoce cuándo puede combatir y cuándo no, será el vencedor
2. El que conoce como manejar un ejército grande y uno pequeño, será el vencedor.
3. Aquel cuyas tropas posean unidad alrededor de un objetivo común, será el triunfador.
4. El que es prudente y guarda a un enemigo que no lo es, será el triunfador.
5. El que tenga generales competentes y no padece las intromisiones del monarca, será el triunfador.
“Conoce al enemigo y conócete a ti mismo y; en cien batallas, no estarás jamás en peligro”. Cuando no conoces al enemigo pero te conoces a ti mismo, las probabilidades de victoria o de derrota son semejantes. Si a la vez ignoras todo del enemigo y de ti mismo, de seguro estás en peligro en cada batalla.
DISPOSICIONESCuando se poseen medios insuficientes, lo adecuado es la defensa, cuando se poseen medios abundantes, el ataque. Los que son expertos en el arte de atacar consideran esencial contar con las estaciones y con las ventajas de terreno; utilizan las inundaciones o el fuego, según las circunstancias. Lo hacen de tal manera, que el enemigo no sabe cómo prepararse. Lanza su ataque como un relámpago surgido del noveno cielo”. Prever un triunfo que el hombre vulgar pueda prever no es el colmo de la habilidad. Vencer en una batalla y ser proclamado “experto” por todos no es el colmo de la habilidad, porque levantar la pelusa de otoño no requiere mucha fuerza; distinguir entre sol y luna no es una prueba de sagacidad; oír el rugir del trueno no demuestra que se posee un oído fino. En materia de planificación, nunca un movimiento inútil; en materia de estrategia, ningún paso en falso.
Los elementos del arte militar son; en primero, la medición del espacio; en segundo, la estimación de las cantidades; en tercero, los cálculos; en cuarto, las comparaciones, y, en quinto, las probabilidades de victoria.
ENERGÍA
En líneas generales, mandar a muchas personas es como mandar a pocas. Es cuestión de organización.La convicción de que un ejército soporte un ataque del enemigo sin ser derrotado está garantizada por las operaciones de la “fuerza extraordinaria” y de la “fuerza normal”. Como norma general, en una batalla utiliza tu fuerza normal para entablar combarte, y usa tu fuerza extraordinaria para triunfar. En la batalla sólo existe la fuerza extraordinaria y la fuerza normal, pero sus combinaciones son ilimitadas no hay ser humano que pueda aprenderlas todas.
Si, de un golpe, el halcón destroza el cuerpo de su presa, es porque se lanza en el momento adecuado.
En el arte de la guerra no hay normas fijas. Las normas se fijan de acuerdo a las circunstancias. El comandante en jefe experto, aguarda el triunfo de la situación, y no de sus subordinados.
“El valiente sabe batirse; el prudente defenderse; el sabio, aconsejar. No se malgasta la capacidad de nadie.” No ordenéis a la gente tareas que no puedan cumplir. Haced una selección y dad a cada cual responsabilidades adecuadas a su capacidad. La guerra es un asunto de astucia.
PUNTOS DÉBILES Y PUNTOS FUERTES
Por norma general, el que ocupa primero el terreno y espera al enemigo tiene la posición más fuerte; el que llega más tarde y se precipita al combate se halla debilitado. Por eso, los que son expertos en el arte militar conducen al enemigo al campo de batalla y no se dejan atraer por él. Cuando el enemigo esté descansando, has de saber fatigarlo, cuando está bien alimentado, hacerle pasar hambre, cuando está descansando, obligarlo a moverse. Aparece en los lugares por donde deber pasar; trasládate con premura a donde no te espera. El enemigo no debe saber dónde me propongo a librar batalla, porque si no lo sabe, deberá estar preparado en muchos sitios diferentes. Y si se mantiene preparado en muchos sitios, los efectivos que yo pueda encontrar en cualquiera de ellos, serán poco numerosos. El que tiene pocos efectivos debe prepararse contra el enemigo; el que dispone de efectivos abundantes obliga al enemigo a prepararse él. Averigua, entonces, los planes del enemigo y sabrás la estrategia que te será más eficaz. Pertúrbalo y averigua el esquema de sus movimientos.Determina su disposición y descubre así cuál será el lugar del combate.
Hay cinco cualidades que son peligrosas en un general:
1. Si es arriesgado, puede perder la vida
2. Si es cobarde, será hecho prisionero. “El que valora su vida por encima de todas las cosas, quedará, paralizado por la indecisión. La indecisión en un general es una enorme desgracia”.
3. Si es colérico, puede ser ridiculizado. “Una cualidad es esencial en el carácter de un general: la perseverancia”.
4. Si tiene el sentido del humor demasiado susceptible, se le puede calumniar.
5. Si tiene un espíritu compasivo, se le puede hacer sufrir.Y como el viejo decía: “La burra no era arisca, los palos fueron la que así la hicieron”

domingo, 23 de noviembre de 2008

NUESTRAS ARMADURAS


El presente sólo se forma del pasado,
y lo que se encuentra en el efecto estaba ya en la causa.
Henri Bergson

Dice Robert Fisher en el Caballero de la armadura oxidada: “a todos nos tiene atrapados alguna armadura”, difícil de quitar, por lo que buscamos ansiosamente a alguien que nos ayude a zafarnos de ella, pero aunque parezca difícil, cuando el alumno está preparado, el maestro aparece. Una persona no puede correr y aprender a la vez. Debemos permanecer en un lugar durante un tiempo, muchas veces no amamos lo que tenemos sino que amamos el estar amando.
Cuando hayamos aprendido de nosotros mismos, no tendremos que andar buscando nuevas direcciones, es importante aprender en cómo salir de esa armadura que nos encierra. Nos preocupamos por demostrar que somos buenos, generosos y amorosos. pero ¿por qué hay que estarlo demostrando?. Podría ser que realmente no seamos lo que creemos y por eso vivimos pidiendo disculpas a la gente por haberles hecho daño.
Muchas veces no aceptamos nada como es, simplemente por lo que es. Necesitamos ser lo suficientemente sensibles para sentir las vibraciones de los otros. Pero para preocuparnos por los otros primero debemos preocuparnos por nosotros mismos. Dice Fisher por boca de Merlín: “Tendrás un largo y frío invierno, si tienes un corto y frío corazón”. “¿Cuando fue la última vez que sentisteis el calor de un beso, olisteis la fragancia de una flor, o escuchasteis un hermosa melodía? Para salir de nuestra armadura, necesitamos el silencio, el conocimiento, la voluntad y la osadía. Saldremos de ella, una vez que hayamos entrado en estos factores. Encontraremos la salida cuando hayamos aprendido lo que es necesario aprender.
Lo primero es aprender a conocerse a sí mismo. Las lágrimas de auténticos sentimientos te librarán de tu armadura. La única forma de ver la diferencia de otra forma de vida, es empezar a ver las diferencias en nuestro interior. Cuando aprendemos a aceptar en lugar de esperar, tenemos menos decepciones. Los animales aceptan, los humanos esperan. “Un conejo no espera que el sol salga mañana para poder salir. Simplemente acepta el día tal y como es, son felices así, siendo conejos.”
No podemos realmente ver hasta que nos comprendamos a nosotros mismos. Ponemos barreras para protegernos de quien creemos que somos, luego un día quedamos atrapados tras esas barreras y ya no podemos salir. Es necesario permanecer aislado uno solo y en silencio como una buena forma de empezar a conocerse a sí mismo. Perdemos demasiado tiempo pensando en lo que hemos hecho y en lo que vamos a hacer. Nunca disfrutamos el momento mismo en que estamos. Debemos permanecer en silencio y escuchar el sonido del viento, de la lluvia, del riachuelo, y por supuesto escuchar a nuestro propio yo y cuando aprendamos a escucharnos a nosotros mismos empezaremos a escuchar a nuestros semejantes.
El conocimiento es la luz que iluminará el camino, entre más cosas sepamos de nosotros mismos, más luz habrá en nuestro interior. Hemos confundido la necesidad con el amor. Creemos que amamos las cosas que necesitamos, pero en realidad no las amamos. Necesitamos a nuestra pareja, a nuestros hijos, pero ¿realmente los amamos? Solo podemos amar a otros en la medida que nos amemos a nosotros mismos. Si conocemos la verdad, conoceremos el amor.
Cuando empezamos a conocernos a nosotros mismos encontramos a un personaje perfecto, lleno de un gran potencial. Hemos estado tan preocupados intentando ser que no disfrutamos del simple hecho de ser. La ambición que proviene de la mente puede servir para conseguir buenas casas, carros, etc. Sin embargo, solo la ambición que proviene del corazón, puede darnos la felicidad.
La ambición del corazón consiste en desarrollar todo ese potencial. A los seres humanos se nos dio dos pies para que no tuviéramos que permanecer en un mismo lugar, pero si nos quedáramos quietos más a menudo para poder aceptar y apreciar, en lugar de ir de aquí para allá intentando apoderarnos de todo lo que podemos, entenderíamos verdaderamente lo que es la ambición del corazón.
Solo con el poder del conocimiento de uno mismo se puede derrotar el miedo y la duda. Es necesario voluntad y osadía para poner a prueba el conocimiento que se tiene de uno mismo. El conocimiento es la verdad y ésta es mucho más poderosa que cualquier espada. El miedo y la duda solo existen si uno les permite existir, no debemos salir corriendo al primer intento. Hay que enfrentarse al miedo y a la duda una y otra vez hasta llegar a vencerlas. Si nos enfrentamos al miedo y a la duda, hay posibilidad de que los eliminemos, pero si no las enfrentamos, es seguro que nos destruyen. El miedo y la duda son ilusiones que no existen, y son posibles de desterrar mediante el conocimiento de uno mismo. Esta es la senda de la verdad.
No podemos conocer lo desconocido si nos aferramos a lo conocido. No podemos seguir culpando a otros de nuestras desgracias y errores. Somos la causa no el efecto.
Y, como el viejo decía: “Si vas a jalar pa’l monte; traíte una buena cobija”

domingo, 16 de noviembre de 2008


Del hablador he aprendido a callar;
del intolerante, a ser indulgente,
y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad.
Y por curioso que parezca,
no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.
Khalil Gibran
Una de las claves del respeto, y por consiguiente de la alegría interna y del ser mejor persona, es aprender a ser agradecido y a dar las gracias con gratitud y con una adecuada comprensión. Posiblemente dirán que algunas veces no hay por qué dar las gracias, y que eso cultiva una actitud inocente, pasiva y débil. En verdad, la gratitud es todo excepto debilidad. Un acto emanado de la gratitud es siempre beneficioso y bello. No saber dar las gracias no significa fortaleza en lo absoluto, sino debilidad. Una persona prisionera de su descontento cae en estados mentales negativos que le roban su fuerza y su energía.
La expresión "gracias" no es una mera frase educada y convencional. Es, por sobre todo, una frase mágica, un encantamiento sagrado, un poderoso mantra que tiene el poder de abrir la conciencia y despertar a la verdadera riqueza. Aquellos que saben dar las gracias cuando caen en las pruebas, demuestran su valor interno y su conexión con una conciencia superior. Un agradecimiento tal debe provenir de una clara conciencia y de un perfecto conocimiento de las leyes de la vida. Entonces posee el poder alquímico para transformar las situaciones y los estados mentales.
Cuando se dice de la forma correcta, el agradecimiento tiene la virtud de purificar el alma terrenal y las relaciones entre los seres. Dar las gracias a alguien es purificar la atmósfera entre tú y esa otra persona. Algunas veces incluso puede sanar relaciones karmáticas y situaciones difíciles. "Gracias" ejerce un poder liberador; permite el desapego, el abandono (o la aceptación de las cosas), y facilita el perdón. Puede convertirse en una verdadera bendición para uno mismo y para otros; puede ser una muralla de defensa contra las fuerzas de la oscuridad que con frecuencia tratan de interferir en nuestras vidas para perturbar furtivamente, complicarlo o destruirlo todo. Por medio de la gratitud, también se puede crear una firme base --una sobre la cual se pueda construir una vida útil, armoniosa, rica y consciente--, en el aspecto psicológico de la vida.
Las virtudes de la gratitud son demasiado numerosas para describirlas; lo más sencillo es conocerlas por experiencia propia, poniendo en práctica la gratitud. Sin duda que necesitaremos una nueva percepción del mundo mucho más espiritual y sutil. Es en el mundo espiritual donde el agradecimiento adquiere todas sus dimensiones. Por supuesto, si vivimos sin espiritualidad, sin conciencia, si damos la espalda a este mundo, entonces, dar las gracias puede convertirse en una debilidad: para un ignorante, el agradecimiento es la muerte. Pero creo que nosotros aún no llegamos a esto.

Para quienes están conscientes de su espiritualidad y, por tanto, de la parte más sutil de su ser y de la vida, agradecer es incrementar la intensidad de la vida. El descontento estrecha la vida, mientras que la gratitud la expande, la aumenta, incrementa la alegría, y abre las puertas del infinito, del amor. Aquellos que reciben amor con gratitud lo reciben doblemente, mientras que quienes están descontentos lo pierden. La gratitud es el arte de saborear la vida con agrado; es también una aceptación inteligente y trabajo sobre uno mismo. Vivir una mentira es sentenciarse uno mismo a infortunios y a desilusión.
Estoy convencido de que la alegría depende de nuestra actitud en la vida. Si tu agradecimiento contiene todo lo que es del cielo, entonces se convierte en una fabulosa oración y en un regalo de amor. Quien pronuncia las "gracias" de esta manera, comprende que nada en esta tierra le pertenece, y que todo es un regalo supremo. Dar las gracias por todas estas bendiciones es estar en camino de adquirirlas verdaderamente, y de hacer algo positivo con ellas. Cuando el agradecimiento se transforma en una oración, adquiere el poder de triunfar sobre las fuerzas oscuras y los estados mentales negativos que envenenan nuestra vida.
Cuando los seres humanos llevan el cielo y la tierra dentro de sí mismos, no hay fuerzas negativas que puedan penetrar en ellos. Entendamos lo siguiente: para mí el descontento es una fuerza negativa. Claro que hay un tipo de descontento que es beneficioso, porque permite ponernos a trabajar aún más para alcanzar la perfección, pero este descontento es mesurado y controlado, es una herramienta de la creatividad. No estoy refiriéndome a éste, sino al que invade el alma y lleva al servilismo, cerrando las puertas a la inteligencia superior.
"Gracias" es una palabra que une al cielo y la tierra. Cuando el agradecimiento es sincero y está lleno de fuerza vital, tiene el poder de tocar y despertar ese centro íntimo que radica en el estómago y que los japoneses denominan el "hara". La verdadera fuerza proviene del profundo agradecimiento que toca el centro del ser uniendo cielo y tierra. Quien sabe cómo agradecer a la tierra, halla el fundamento de la vida psicológica. La tierra limpia, purifica y sana muchos problemas psicológicos, e incluso enfermedades físicas, porque ambos están estrechamente relacionados.
Quien sabe cómo agradecer a la inteligencia de los cielos halla dirección en su meta en la vida. Es una luz que ilumina con verdadero conocimiento. Todo lo que necesitamos hacer es ponernos a trabajar. Muchas cosas en nuestra vida dependen de la forma en que dirigimos nuestras energías. La inteligencia no radica en digerir las cosas como una cotorra, sino en la capacidad de comprender el significado positivo de la vida y caminar en esta dirección por nuestro bien, por el de los demás, y por el mundo. Todos en la tierra debemos ofrecer un sincero y cálido agradecimiento a Dios, a nuestro ser supremo, a nuestra divinidad, a aquél que hace la posibilidad de poder decir gracias, ya que el es toda perfección y agradecimiento.
Y como el viejo decía: No cualquier buey jala la yunta bonito; se necesita saberlo arriar.

domingo, 9 de noviembre de 2008

MOTIVATE, MOTIVADOR


En las grandes crisis,
el corazón se rompe o se curte.
Honoré de Balzac

Watzlawick dice que los seres humanos somos los únicos que nos cuestionamos el porqué somos felices… No podemos ser felices más de dos días sin cuestionarnos si estamos mal por eso. Y, es que generalmente, vivimos en situaciones de inestabilidad o crisis, sin que crezcamos o renovemos de a partir de esas áreas de oportunidad.
Un gran desafío con el que probablemente nos hayamos encontrado es el enfrentar esas situaciones de crisis. Es decir, situaciones en las que nuestra percepción de estabilidad se ve amenazada, y en consecuencia necesitamos realizar cambios y movernos a fin de re-establecernos. Es interesante cómo los seres humanos buscamos la estabilidad. El cambio, las transiciones, y por supuesto, las crisis, son eventos a los que asociamos una connotación negativa. Creo que se relaciona con nuestra ilusión de control. Nos encanta pensar que nos encontramos en dominio de todas las situaciones; deseamos controlar cómo sucederán las cosas (y así creamos expectativas); queremos controlar cómo actúan los demás (e idealizamos a otros, les exigimos y si no cumplen nos decepcionamos o los resentimos); nos controlamos a nosotros mismos (y así reprimimos nuestros deseos, nuestras necesidades y muchas veces nos comportamos de forma diferente a como realmente somos). De hecho, un problema es una situación no deseada que está fuera de nuestro control. Y no nos gustan los problemas. Los problemas son algo que necesita resolverse lo antes posible, y que mientras permanece genera todo tipo de emociones negativas: desde preocupaciones y miedo hasta rabia y frustración, sin olvidar la ansiedad, los nervios y los altos costos a nuestra autoestima. Pero ¿existe acaso alguna situación en la que realmente tengamos el dominio? Si empiezas a observar con detención probablemente pronto llegues a la siguiente conclusión: no, no estamos en control, pero para calmar nuestra mente, generamos una ilusión del mismo. Nos creamos una cajita de cristal que nos proteja y de paso nos esconda, pero que nos permita lograr un cierto nivel de estabilidad en el cual nos sea más cómodo y posible actuar.Pero, sería válido preguntarnos… y, ¿cuál es el problema con la inestabilidad? Después de todo, ¿qué hay de malo con ella? Me voy a permitir esbozar una teoría. No nos agrada la inestabilidad porque es ella la que nos enfrenta a nosotros mismos. Y no estamos por lo general preparados para mirarnos de verdad al espejo (es difícil el retrorrastreo). Piénsalo, ¿te has dedicado últimamente unos minutos para entender qué quiere ese individuo que permanece frente a ti cuando te lavas los dientes? ¿Te has preguntado qué necesita? ¿Por qué está donde está, se ve como se ve, y hace lo que hace? Tal vez sea una buena idea comenzar a hacerlo periódicamente. Porque por lo general no nos miramos al espejo. La introspección, si bien ha estado de moda en los últimos años, sigue siendo una práctica poco corriente. Y hablamos de una verdadera introspección, no de leerse unos cuantos libros de autoayuda y luego creer que somos mejores personas, más felices y positivas. Hablamos de un verdadero recogimiento y una sincera confesión con nosotros mismos. De desentrañar lo que escondemos, abrazar lo que nos aterra, y de ser más dueños de quienes somos. Mientras no lo hacemos, nuestras limitaciones siguen teniendo el mando.
Una crisis representa una gran oportunidad de resolver las dudas, superar lostemores y reencontrarte contigo mismo. Las crisis implican cambio, y eso puede ser muy positivo, siempre y cuando elijamos movernos con el cambio, cambiar nosotros para obtener un beneficio. Lo que probablemente nos frene es no considerarlo posible. No nos sentimos capaces de producir una diferencia, no confiamos plenamente en nuestras competencias para generar un buen negocio, no sentimos tener un diferencial muy importante como para que alguien más se interese en nosotros. Mantenemos un paradigma que nos limita a cambiar, y obtener un provecho de la situación presente, en vez de adoptar creencias e ideas que nos apoyen a desarrollaar algo que funcione para nosotros. Cuando hay crisis hay movimiento, hay creación de situaciones nuevas y en esas situaciones nuevas, en esos reencuadres, hay oportunidades. Quienes se mueven con el cambio y permanecen atentos a las oportunidades en vez de enfocarse en las dificultades, hacen negocios, mejoran sus relaciones, crecen o ganan lo que ellos deseen en la vida. Las invenciones, innovaciones y los grandes avances de la humanidad se producen porque alguien piensa de una manera diferente a la que todo el resto de la humanidad lo ha hecho. ¿Qué tal si pudiéramos atrevernos a eso? A pensar diferente y por ende crear una diferencia. Cualquier cosa que presente el día, cualesquiera, sea de nuestro agrado o no, esté bajo nuestra zona de influencia o no, puede transformarse en un éxito si así lo elegimos. El secreto está en el enfoque, si eliges que esa situación funcione para ti, probablemente logres obtener algo positivo de ella. Si eliges aprender acerca de aquéllo que se presenta, toda experiencia será un éxito. Por más inconveniente, complicada y fuera de tu control que esté la situación, si obtienes un aprendizaje de ella, estarás un paso más cerca de tu éxito. En cambio, cuando te estancas y reprochas acerca de las dificultades, no haces nada por aproximarte a tu meta, al contrario, te desgastas en el afán de reclamar tu razón acerca de cómo debieran ser las cosas. Generalmente las cosas son como son. Y si quieres tener poder acerca de lo que sucede, comienza a elegir con más cuidado tu actitud. Es lo que realmente puede hacer una diferencia. Así que si es crisis lo que presenta tu vida actual, aprovecha el momentum que ésta ofrece y plantéate la reflexión. Mírate, revisa qué te mueve internamente, acerca de lo que te sientes inseguro y las acciones a tomar para superarte.

Y, como el viejo decía: Si has de salir del rancho; que sea montado en buen caballo…

domingo, 2 de noviembre de 2008

MORIR PARA RENACER


Tú morirás el último día que muera
aquél que te lleve en su memoria…
El artículo de la semana es de la autoría de Hugo Merchant, MBA de la Universidad de Houston… los dejo con él…
Es bueno pensarle por esta fecha. Normalmente se trata del comienzo de proyectos, el arranque de una tarea, el propósito de crear algo nuevo. Pero, aunque suene tétrico, también conviene observar el proceso desde el punto de vista de la muerte, la desincorporación, del fin y del cierre.
Casi para llegar al fin de año se cierra y se abre otro ciclo, y en cada inicio hay un final.
Claramente se aprecian los ciclos orbitales de los planetas, las estaciones del año, los ciclos infradianos, ultradianos y circadianos en la persona, los ciclos a nivel celular, la vida y la muerte.
Para la mayoría, la primera reacción a la muerte es de miedo y desagrado. ¿Y si me voy al infierno? ¿Y si me la paso en el purgatorio? ¿Cómo será el cielo? ¿Y si no hay nada después de la muerte?
Pero bajo esta perspectiva el tema no lo voy a tocar. Y tampoco le voy a entrar a la muerte física, ni al suicidio, ni a la eutanasia. A lo que me refiero es a la disposición de morir en algo de nuestra versión antigua de nosotros mismos, y renacer en la oportunidad, en la energía creativa y la progresión del ciclo. Es difícil y duro aceptar que para renacer hay que morir.
He aquí algunas ideas alrededor de la muerte enfocadas a la reactivación y la precipitación de nuevos ciclos.
1.- Joseph Campbell, experto en mitología trans-cultural, proponía la idea del círculo que implícitamente representa un ciclo. Para explicarlo utilizaba al recorrido natural del héroe:
"Un héroe, partiendo de su mundo cotidiano, se aventura hacia uno de maravilla sobrenatural; ahí se topa con fuerzas fabulosas y logra una victoria decisiva. El héroe regresa de su misteriosa hazaña con el poder que se gana para compartirlo con la humanidad".
En esta aventura de A) salir, B) vencer con dificultad y C) regresar, aparecen: numerosas pruebas y retos enormes; enemigos horribles y poderosos; así como la ayuda de entidades superiores, elixires, y finalmente el triunfo, la iluminación y el regreso, cerrando el círculo.
Campbell remata: "Por doquier, sin importar las esferas de interés (política, religiosa, personal, y yo agregaría: profesional y empresarial), los actos verdaderamente creativos son representados por aquellos que se derivan de alguna forma de muerte al mundo; y de lo que pasa con el héroe en ese intervalo de la aventura".
2.- Los automóviles se oxidan, los edificios viejos se caen, y los humanos se deterioran y mueren con el tiempo.
La entropía -una de las leyes de Termodinámica (Física) -es parte de la naturaleza- y predispone al desorden, caos, disipación, y rompimiento de patrones y estructuras.
Esta ley también asegura que los sistemas aislados se mueven espontáneamente hacia la entropía.
Y otra ley de física parece completar el cuadro: la energía no muere, sólo se transforma y acaba por alimentar otro proceso.
3.- Los budistas tibetanos, creyentes de la reencarnación entre otras cosas, mutilan a machetazos el cadáver y se lo dejan listo a los buitres para que lo consuman. Este acto, que a nosotros nos puede parecer espantoso, tiene connotaciones religiosas y se percibe como una parte natural de un ecosistema que se renueva.
Mientras el cuerpo sirve de banquete a los buitres, el alma está en un lugar especial, donde se presta a elegir su nueva vida. Encarnará nuevamente y renacerá en la tierra para seguir el camino de aprendizaje, humildad y superación del espíritu.
4.- El renegado de Mintzberg, ya en temas de estrategia y negocios, hace una bella analogía respecto al cierre de empresas afirmando que cuando una compañía se aísla en su éxito -y eventualmente en su fracaso- sobrerutiniza sus actividades, deja de cuestionar su existencia y acaba por acelerar su caída a la entropía.
Mintzberg sugiere que hay que enterrar con honores a las grandes compañías cuando mueren, en lugar de aferrarse y dilapidar recursos que serían mejor utilizados en nuevas empresas. Debería ser un entierro solemne y afectuoso, como el de los vikingos que colocaban los cuerpos en una balsa en llamas y lentamente los desplazaban hacia el mar, ante las miradas de parientes y amigos. En el caso de las compañías este "entierro" sería presenciado por las empresas nuevas (hijos y nietos) que salieron del negocio madre, así como por empleados y fundadores.
La idea general asociada a la muerte de empresas es la pérdida de flexibilidad hacia la actualización de nuevas oportunidades.
5.- Hamel & Prahalad le llaman Reinvención: volver a empezar, volver a ser, acabar con el viejo modelo de negocio. Si no hay exploración, aventura, audacia, se incurre en el riesgo de que el negocio quede desincronizado de su entorno.
6.- Joseph Schumpeter, pionero en el tema, acuñó un término sencillo pero ingenioso de Destrucción Creativa, donde implícitamente lo dice todo.
En conclusión, el problema frecuentemente no es la falta de ideas nuevas o la falta de imaginación, sino de cómo sacudir, eliminar y desincorporar a las ideas viejas; a esas que no dejan crecer, que no dejan cambiar, que se convirtieron en paradigmas incuestionables, que rigen de manera silenciosa y dictatorial impactando hábitos y costumbres, fondos y formas. Suena duro, pero inevitablemente la destrucción y la muerte obligan a la creación.
Romper con el pasado -sin perder el valor de la experiencia- puede ser equiparable a un entierro. Es difícil enterrar a alguien, a una idea, a un resentimiento, a una empresa, a una tecnología, a una relación, a una vieja versión de uno mismo. Hay que soltar y dejar ir, o bruscamente cesar -con responsabilidad.
Para renacer, reinventar y revolucionar, hay que atreverse a morir en lo que ya no es, para dar espacio a lo que puede ser.
Y como el viejo decía: Siempre que se gana se pierde algo; siempre que se pierde se gana algo.

sábado, 25 de octubre de 2008

MI ÉXITO ES VIVIR...


Quien sólo vive para sí, está muerto para los demás.
Publio Sirio

Me vi tan cercano a la muerte que pensé: Vivo estoy… o muerto soy… En nuestro país, el culto a la muerte es toda una tradición, pasamos el sincretismo de nuestra vida pachanguera a la muerte… para seguir la parranda más allá de todo impedimento terrenal… A la vez, para muchos esta época nos invita a comenzar la reflexión sobre el año que termina y la vida que se nos va… y, aunado a lo anterior, retomando viejas ideas europeas: la liberación de la noche de los espíritus y el canal de energía entre lo vivo y lo muerto que se abre para circular libremente.
Independiente a ello, y cerrando nuestro ciclo sobre el equilibrio emocional en nuestras vidas, deseo reflexionar sobre nuestra propia misión o vocación específica en este camino que hoy nos toca recorrer… Todos nosotros tenemos una misión o vocación, que no puede ser reemplazada ni repetirse, de modo que nuestra tarea es tan única como la oportunidad de llevarla a cabo.
Hay que saber aprovechar al máximo la oportunidad que se nos da de permanecer con vida y trabajar en pro de nuestro crecimiento personal, lograr los resultados que nos proponemos donde se demuestre cuan supimos utilizar adecuadamente nuestro potencial sin afectar a nadie. Recordar que somos únicos como personas y poseemos una combinación de talentos, habilidades, oportunidades, experiencia y personalidad única y singular. Es decir, nos corresponde a cada uno laborar en nuestro propio crecimiento, usar adecuadamente nuestro talento, en pro de nuestro óptimo aprovechamiento de la vida, enriqueciéndolo en lo trascendental, en el aspecto evolutivo y en el plano espiritual.
Debemos autoconocernos, determinar en donde se manifiestan nuestras debilidades ¿por qué de ello?, ¿en dónde nuestras fortalezas? ¿Cuál es nuestra misión? ¿Cómo aprovechar la oportunidad de vivir?
Reflexionar sobre el propósito por el cual nos encontramos en esta vida. La búsqueda de ese significado es el empeño más importante de nuestro caminar. Como dijo Albert Camus: “El sentido de la vida es la pregunta más apremiante”. La creencia de que la vida no tiene un significado está relacionada con la dificultad que experimentan los seres humanos de hallar ese significado, de conseguir esa correspondencia entre la necesidad de sentido que reside en nosotros con algo en el mundo exterior que legitime ese sentido, que haga figura dentro de nosotros. Pero mientras mayor sea la conciencia, el conocimiento, el contacto y la experiencia personal con el propósito de vida identificado, más profunda será la motivación, la expectativa, el apetito, el apremio y la determinación para avanzar en pos de la consecución del significado de vida que hemos asumido. El propósito le imprime a la vida un acicate y un “sentido de urgencia” de vivir según ese significado. Un propósito de vida nos mueve también a establecer prioridades y a vivir con un enfoque intencional, con la certeza de estar viviendo la vida que queremos y con la convicción de no desperdiciar nada de ella.
Tener un sentido de vida llena a ésta de entusiasmo y de pasión, que se traduce en emoción con sentido de dirección. Un significado de vida proporciona una sensación de bienestar y plenitud y afecta profundamente la manera en que vivimos, a la vez que sirve de punto de apoyo para el desarrollo de nuestra potencialidad como seres humanos.
Este significado cobra vida en la medida que tomamos conciencia de quienes somos: necesidades, talentos, habilidades, destrezas, sueños, y las necesidades del entorno que nos rodea. Este cruce activa nuestro sentido de destino.
Ya es hora de tener bien definido el sentido de nuestra vida, de dar paso a las acciones que conlleven a alcanzar con éxito nuestras mestas, misión, saber aprovechar óptimamente el tiempo, el potencial creativo, innovador que traemos, el sabernos interrelacionar con nuestro entorno. Con las personas que colaboran en nuestro crecimiento sin dejarnos atrapar por condicionamiento, apego y mucho menos darle paso al sufrimiento. El saber manejar correctamente nuestras emociones y energía.
El éxito en la vida reside en saber equilibrar nuestras prioridades y aprender a colocarlas en orden de importancia. Una vida fragmentada es una vida disfuncional y poco efectiva. Si no logramos integrar todas las áreas de nuestra vida, viviremos en forma incompleta y con insatisfacción permanente. Cada una de las áreas de nuestra vida deben estar en equilibrio e integradas: Vida espiritual (fe, relación con Dios), vida física (salud, recreación, descanso), familia (paternidad, matrimonio), trabajo (negocios, profesión), finanzas (economía, recursos) y relaciones (amistades, participación comunitaria, servicio social, interdependencia en las relaciones interpersonales).
De nosotros depende definitivamente alcanzar el éxito, simplemente no descuidemos nuestra oportunidad de vivir. Utilicemos adecuadamente nuestro potencial de vida, no malgastemos nuestro tiempo, emprendamos todas aquellas acciones que nos generen felicidad, armonía, no nos dejemos atrapar por el pesimismo, lo negativo, defendamos nuestra autenticidad, no nos dejemos manipular, no manipulemos a nadie, apoyémonos en nuestras virtudes y éstas nos ayudaran a obtener el éxito.
CARPE DIEM….

domingo, 19 de octubre de 2008

¿DÓNDE QUEDÓ LA GARRA?


Sin pasión, el hombre sólo es una fuerza latente que espera una posibilidad, como el pedernal el choque del hierro, para lanzar chispas de luz.
Henry F. Amiel
Nuestra selección mexicana de fútbol es un síntoma claro de nuestra personalidad y cómo la mostramos en la vida. Somos apasionados y manifestamos la garra cuando estamos en un sitio seguro; pero, cuando es necesario hacerlo frente a extraños, tendemos a ser “agachones” y tratar todo con miedo…
Sí, así de simple, muchos de los mexicanos somos seres dicótomos, vamos exhibiendo dos caras… diría alguien por ahí…machos afuera… maricas por dentro…¿Qué nos falta para que seamos uno ante todo? ¿De dónde surge ese miedo a ser excelentes? ¿A no dar el 110% de nuestras habilidades y capacidades? ¿Dónde queda la pasión por ser y hacer todo en la vida?
El ser excelente no tiene límites de velocidad y para eso se requiere libertad, decisión, voluntad e inteligencia. La libertad se considera como el centro de la vida humana y al utilizarla adecuadamente equivale a perfeccionar tu calidad de vida. Un ser humano excelente es aquel que influye en los demás y que busca siempre el bien para él y para los que le rodean. La excelencia es saber amar, saber ser amado y ver siempre las cualidades de las otras personas, buscando constantemente su bienestar. La excelencia es saber servir y apoyar con placer a los demás, porque entre todos se puede encontrar una mejor forma de hacer las cosas.
Cuando una persona es excelente quiere decir que es un privilegiado como ser humano porque está en desarrollo constante. Ser excelente es saber comunicar paz a los demás, aprovechar puntos de oportunidad y transformar dificultades en acciones positivas, pero no hacer por otros lo que estos pueden hacer por sí mismos. Un ser excelente sabe proteger sin asfixiar, sabe guiar sin imponer, sabe motivar a los que están a su cargo para que también puedan desarrollarse. La excelencia es saber construirse sólidamente como ser humano, con piezas de calidad como los buenos principios y los valores.
El hombre que vive con excelencia posee, entre otras cosas, las siguientes características: Intuición y alegría, claridad en sus propósitos, originalidad, responsabilidad y libertad. Un ser humano excelente construye a otros, soporta el rechazo, no se frustra, mejor aún, le da sentido a la vida, es equilibrado en su pasión y responde con la razón.
La excelencia es abundancia. La persona excelente sabe reír y disfrutar de las cosas bellas que abundan en la vida. Por ser intuitivo, sabe relacionar grandes realidades, tiene una visión amplia y adelantada acerca del futuro. El ser excelente es inventor y creativo, pero sobre todo, promueve el surgimiento de grandes hombres, de nuevos valores y de cambios históricos.
La excelencia personal para sobresalir. La excelencia personal se define como una manera de vivir, una actitud mental y un pensamiento inclinado a solucionar cualquier problema, la excelencia se refiere a ser cada vez mejor. En otras palabras se puede definir como la manera en que el individuo desarrolla gran parte de su potencial, sin perder tiempo en buscar excusas o razones para demostrar que algo no se puede hacer.
El único camino para lograr convertir nuestra riqueza potencial en real es precisamente a través del trabajo intenso y de calidad. Todo individuo que tome conciencia de lo que es, siente, piensa, hace, desea y dice está en un darse cuenta de sí mismo, y de lo que le rodea, lo que importa es el ser y no el deber ser, esto involucra el auto concepto y la autoestima.
La autoestima positiva es la base de la excelencia. Una autoestima positiva es el ingrediente base para que un ser humano pueda llegar a ser excelente. Dos características importantes de la autoestima positiva son la dignidad y la capacidad de hacer las cosas de la mejor manera.
Los seres humanos excelentes poseen muchas características valiosas, pero la autoestima es un elemento característico de los que son excelentes. Puede pensarse que las personas excelentes son seres superiores, pero en realidad no es así, lo que pasa es que poseen una autoestima elevada, se sienten muy seguros de si mismos y capaces de concretar lo que tienen en mente.
La excelencia se construye. En la vida todo es posible y naturalmente alcanzar la excelencia no es una excepción. ¿Piensas que las personas excelentes nacieron así?, por supuesto que no, la excelencia se construye sobre la base de un mejoramiento personal continuo. Parte de sus ingredientes son: La autoestima positiva, la responsabilidad, cambiar un bien por un bien mejor, sólidos valores personales, pensar a largo plazo, actitud positiva, la ética, la ambición (que no es igual a la codicia), buscar siempre ser mejores cada día y compartir nuestro conocimiento con los demás.
Pretender siempre algo más de lo que tenemos o de lo que somos, querer e intentar ser mejor cada día, es tener espíritu de superación permanente, es el camino hacia la excelencia. Pero lo más importante para lograrlo, es darnos cuenta de lo que somos y poseemos, valorarnos como hace mucho tiempo no lo hacemos, y decidimos al cambio, a trabajar juntos, motivados por un espíritu de superación constante, para alcanzar la grandeza de nuestro país y el bienestar de todos los mexicanos. Todo es posible cuando te decides hacerlo. Nosotros como seres humanos hacemos realidad las circunstancias negativas o positivas, como reza el dicho popular: "cada quien tiene lo que se merece".
Si no estás de acuerdo con tu mundo actual, tu trabajo o tu círculo de amigos, ¡no te preocupes!, ponte en acción, cambia tú y ya verás que tu mundo comenzará a cambiar.

sábado, 11 de octubre de 2008

MI MARCA PERSONAL




Sólo los necios se encuentran satisfechos
y confiados con la calidad de su trabajo.
Mercedes Milá
Hoy, tengo que agradecer a quien me envió está anécdota hace algún tiempo y que sirve de ejemplo para nuestro artículo:
Juan trabajaba en una empresa hace dos años, siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones, llegaba puntual y estaba orgulloso de que en dos años nunca recibió una amonestación.
Cierto día busco al gerente para hacerle un reclamo:
--Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado.
--Mire Rogelio, ingresó a un puesto igual que al mío hace solo 6 meses y ya está siendo promovido a Supervisor.
--Ummmmh - mostrando preocupación el gerente - le dice: Mientras resolvemos esto, quisiera me ayudes a solucionar un problema.
--Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy.
--En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigüe si tienen naranjas.
Juan se esmero en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta.
Bueno Juan, ¿qué averiguaste?
--Señor, tienen naranjas para la venta.
--¿Y cuánto cuestan?
--Ah... No pregunte por eso.
--Ok, pero, ¿viste si tienen suficientes naranjas para todo el personal?
--Tampoco pregunte por eso, señor.
--¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?
--No sé, señor, pero creo...
--Bueno, siéntate un momento.
El gerente cogió el teléfono y mando llamar a Rogelio.
Cuando éste se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta.
Cuando Rogelio retornó el gerente pregunta:
--Y bien Rogelio ¿que noticias me tienes?
--Señor, tienen naranjas, lo suficiente, para atender a todo el personal y si prefiere también tiene plátano, papaya, melón y mango. La naranja está a 1.5 pesos el kilo.
El plátano a 2.20 la mano, el mango a 0.9 el kilo, la papaya y el melón a 2.8 pesos el kilo. Me dice que si la compra es por mayoreo nos dará un descuento del 8 %. He dejado separada la naranja pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.
Muchas gracias Rogelio, pero espera un momento...
--Se dirige a Juan, que aun seguía esperando estupefacto y le dice:
--Juan, ¿qué me decías?
--Nada señor, eso es todo con su permiso...
Allá en la prehistoria, cuando mi padre aún vivía, en alguna de sus pláticas sobre qué íbamos a ser de “grandes”; nos decía que no importaba qué fuéramos con tal de que nos desempeñáramos como los mejores en la profesión u oficio elegido: si vas a ser barrendero; se el mejor de todos…Sin duda sus comentarios encerraban una verdad que hoy sigo arrastrando en las diversas actividades en las que he puesto mi ser. Y, es así. ¿Cuántos de nosotros nos conformamos con hacer lo que nos corresponde y dejar lo demás para quienes quieran sucumbir en la oficina, en la escuela o en el servicio voluntario. Y somos los primeros en reclamar cuando eligen a otra persona como ganadora de un bono, de un premio, de un reconocimiento, porque nos sentimos dignos merecedores de ello…
Dice la parábola del sembrador citada en uno de los evangelios: Y el sembrador arrojó las semillas; unas cayeron en tierra infertil, se perdieron; otras cayeron en terreno pedregoso y dieron algunos frutos; otras cayeron en terreno fértil y algunas de las semillas dieron hasta el 110%. Y nosotros, ¿cuán dispuestos estamos a dar más allá de lo pedido: en nuestro tiempo, nuestras actividades, nuestro ser…¿cuánta pasión tenemos por realizar lo que hacemos? ¿Somos de las personas que seguimos creyendo que la tercera es la vencida? ¿Qué tanto nos comprometemos con las personas que nos rodean en su crecimiento personal para ser mejores como sociedad? ¿seguimos tirando pequeña basura en la calle? ¿somos los mismos dilapidadores de energía en nuestras casas? ¿estamos conscientes de qué nos estamos acabando a nuestro planeta?
El dar más que los demás nos obliga…OBLIGA…a ser excelentes; y esto genera un compromiso con todo lo que nos rodea. Darte cuenta de la capacidad de transformación que está en nuestro ser es comenzar a actuar sin esperar una retribución, sólo dando y dando es como crecemos en todos los aspectos. No esperemos la recompensa para hacer algo, sirvamos a los demás y todo lo demás nos vendrá en la justa medida.
Si tú eres entusiasta, apasionado, entregado, comprometido y dejas tu MARCA PERSONAL en todo lo que realizas, entonces, comenzarás a tener una serie de personas a tu alrededor que se dejarán llevar por tus acciones, ya que existen pocos ejemplos congruentes a quien seguir. Se uno de ellos; hoy, nuestro mundo necesita de personas que den un valor agregado a todo su entorno; y yo sé..que tú eres de ellos….
Y como el viejo decía: Si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría…

sábado, 4 de octubre de 2008

MI SER SOCIAL


La amistad es como la música:
dos cuerdas del mismo tono vibrarán ambas,
aunque sólo toquéis una
Francis Quarles
La semana pasada comentamos sobre la empatía, y la señalamos como la capacidad de percibir el mundo interior emocional y vivencial de otras personas, considerando, entonces, que es la raíz de la interacción eficaz con otras personas.
Hoy, para cerrar el ciclo de inteligencia emocional, compartiremos algo sobre la competencia social, que está más relacionada con la convivencia externa de las personas, el desenvolvimiento social exento de fricciones y el control de las reglas de juego social.
Por ejemplo, para poder percibir el miedo de una hija a la escuela, es necesaria la empatía. Comunicar a la maestra este problema y ganar su complicidad implica competencia social. Esto requiere, por ejemplo, crear un ambiente agradable para la conversación, saber convencer y motivar a otros, moderar los conflictos, contemplar los problemas desde distintas perspectivas, reconocer los sistemas de relación e interacción del o los grupos donde me desenvuelvo.
En su mayor medida, tanto el trabajo como el aprendizaje son sociales. Las organizaciones y empresas son ‘redes de participación’.
Para lograr un desempeño efectivo en los trabajadores del conocimiento (de cualquier trabajador, en realidad), la clave está en inyectar entusiasmo y compromiso, dos cualidades que las instituciones pueden crear, pero no imponer. En ese sentido, las facultades de la inteligencia emocional son sinérgicas con las cognitivas; los trabajadores excelentes poseen las dos.
Cuanto más complejo es el trabajo, más importante es la Inteligencia Emocional (en especial la destreza en las relaciones sociales), aunque sólo sea porque la deficiencia en estas facultades puede dificultar la aplicación de la pericia técnica y el intelecto que se tenga.
En un estudio que se publicó en un número de 1993 de la revista HARVARD BUSINESS REVIEW, Robert Kelley y Janet Caplan estudiaron una división de los Laboratorios Bell que se ocupa de diseñar y crear conmutadores telefónicos electrónicos. Esta división está compuesta por equipos de 5 a 150 miembros. Su trabajo es muy duro y difícil y obtienen unos resultados bastante apreciables. Kelley y Caplan pidieron a aquellos científicos e ingenieros tan trabajadores que designasen un grupo de entre el 10 y el 15% de sus compañeros que destacaban entre ellos.
Cuando se comparó a aquellas superestrellas del trabajo con sus compañeros menos destellantes, se descubrió que se diferenciaban muy poco de los demás y que habían obtenido resultados muy semejantes en las pruebas de inteligencia y de personalidad, como también eran semejantes sus resultados académicos. Kelley y Caplan se quedaron confusos. Estaban decididos a encontrar en qué estribaba la diferencia, de modo que entrevistaron a sus sujetos con mayor profundidad.
Lo que descubrieron fue sorprendente: lo que establecía la diferencia entre las estrellas y los demás era su capacidad para establecer una compenetración con las personas clave dentro del organigrama general de la división, con las personas que conocían las soluciones técnicas y que se las ofrecían con facilidad y con rapidez gracias a la compenetración que habían forjado con ellas en el tiempo (o sea, la destreza para relacionarse).
La estrella podía volver a su grupo con la solución necesaria, evitando retrasos ulteriores en el raudo camino del grupo hacia su objetivo. La ‘inteligencia social’, como la llamó el psicólogo pionero E. L. Thorndike, era lo que establecía la diferencia, y no el Coeficiente Intelectual, ni ninguna otra cualidad de la personalidad.
En el mismo número de la HARVARD BUSINESS REVIEW en que se publicó el estudio de Kelley y Caplan, David Krackhardt y Jeffrey Hanson describen tres redes informales que operan entre bastidores en la mayoría de las compañías:
1) las redes de comunicación de carácter social
2) las redes de conocimientos para el asesoramiento técnico, y
3) las redes de confianza, cuyos miembros pueden poner en común algunos de sus sentimientos más privados y menos aceptables socialmente.
Las estrellas de Kelley y Caplan eran populares dentro de las redes informales, además de en las redes formales más visibles. Dentro de su Inteligencia Emocional figuraban estas seis destrezas, de las cuales 5 son habilidades sociales:
1. La capacidad de ver las cosas desde el punto de vista de los demás.

2. La capacidad de convencer a los demás.

3. La capacidad de establecer consenso en el desorden aparente.

4. El don de evitar los conflictos.

5. La capacidad de coordinar los trabajos de los demás, cuya consecuencia es un trabajo de equipo efectivo.

6. El deseo de llegar más allá de las obligaciones de su puesto de trabajo y la capacidad de estructurar su tiempo para conseguir realizar las tareas adicionales que han asumido voluntariamente.
Si nos enfocamos en estos seis puntos anteriores, podremos decir que estaremos estableciendo nuestras propias redes sociales y seremos capaces de establecer cualquier tipo de relación en el ámbito que nos desenvolvamos.
Solamente, recordemos la premisa:
“Si me conozco a mí mismo; soy capaz de quererme…
Si conozco mis emociones; soy capaz de equilibrar mi mundo exterior
Si entiendo a los demás; soy capaz de percibir otros mundos y compenetrar en ellos…
Si me uno a los demás; soy capaz de VENCER AL MUNDO…”

domingo, 28 de septiembre de 2008

PONTE EN MIS ZAPATOS


Si no podemos poner fin a nuestras diferencias,
contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.
John Fitzgerald Kennedy

En esta semana, continuamos con el cuarto componente de la Inteligencia emocional: hablaremos de la Empatía, que no es otra cosa sino “la habilidad que posee un individuo de inferir los pensamientos y sentimientos de otros, lo que genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura”.
Muchas disciplinas las han considerado un fenómeno muy importante y relevante entre ellas la Psicología que le asigna, un rol de mediador cultural, para evaluar la conducta social.
Algunos autores la definen como la habilidad cognitiva, que es inherente a un individuo, de tomar la perspectiva del otro o de entender algunas de sus estructuras de mundo, sin adoptar necesariamente esta misma perspectiva, es como colocarse en los zapatos del otro y aunque no pienses igual que ellos conocer o entender lo que ellos sienten respetando su propio ser.
Para otros la empatía es empírica, ya que es como una experiencia adquirida a partir de las emociones de los demás a través de las perspectivas tomadas de éstos y de la simpatía, definida como un componente emocional de la empatía.
En resumen podemos decir que no es otra cosa sino la habilidad para estar consciente de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás. En otras palabras, el ser empático es el ser capaces de "leer" emocionalmente a las personas.
La empatía se enlaza con otras habilidades o capacidades de comportamiento que tenemos,y resultan importantes para relacionarnos con los demás, dentro de las que se incluye: desarrollo moral, agresividad y altruismo. También incluye una respuesta emocional orientada hacia otra persona de acuerdo con la percepción y valoración del bienestar de ésta y una gama de sentimientos empáticos como ya hemos dicho anteriormente: simpatía compasión y ternura.
Los estudiosos de la materia han establecido que puede existir una empatía que abarque respuestas con pautas afectivas y cognitivas. Trayendo esto como consecuencia dos distinciones: “empatía cognitiva”, constituye una comprensión del estado interno de otra persona, y “empatía emocional” (o afectiva), que involucra una reacción emocional por parte del individuo que observa las experiencias de otros y se coloca en el lugar del mismo.
Para entender mejor lo anterior, es necesario distinguir entre capacidad y tendencia empática.
Una capacidad, es propia de cada individuo que posee la habilidad de conectarse con actividades mentales, puede adoptar la perspectiva de los demás o atender a sus propios estados internos.
Se han establecido teorías que se refieren al desarrollo de la empatía de los niños, estableciendo que virtualmente desde el nacimiento el infante es capaz de experimentar un estado de aflicción personal en respuesta a la aflicción de otros, incluso la de su madre cuando se encuentran en el vientre.
Sin embargo las habilidades cognitivas del niño se desarrollan con la edad, así como también los sentimientos de simpatía y la toma de roles, pero a la vez disminuyen la capacidad de aflicción personal.
En fin a medida que vamos creciendo perdemos esa habilidad que poseemos de forma innata de colocarnos en el lugar de otros.
Las funciones de la empatía van desde la motivación, ya que amplifica o intensifica la motivación a aliviar la necesidad de otra persona; hasta la información acerca del grado en el que uno valora al bienestar de las otras personas y desea aliviar su necesidad.
La angustia personal aumenta si uno de los sujetos que intervienen en el proceso empatico posee auto-discrepancia (estados afectivos negativos), sin embargo, el afecto empático sólo aumenta sí el sujeto comparte la vulnerabilidad emocional de la otra persona. Cuando uno de los sujetos ha experimentado la angustia de la otra, se produce empatía y conductas altruistas ya que se revive esa angustia.
La relación entre auto- estados compartidos y los efectos emocionales de la empatía podría llevarnos a entender la motivación interpersonal. Las personas que orientan su atención en entender los sentimientos de los demás y que se comprometen afectivamente con ellos, experimentan un mayor interés empático y ofrecen más ayuda que aquellos que se centran en los procesos de pensamiento.
Lo más probable es que una persona que experimenta empatía por otra, reacciona en forma altruista sin embargo, no siempre ocurre de esta manera.
Podría esto deberse a que existen factores situacionales como la presencia de terceros, situaciones ambiguas, etc. Que van a promover o inhibir la conducta altruista. La relación más alta entre empatía y altruismo se da cuando existe una relación entre personas y una de ellas necesita ayuda. Dentro de la empatía podemos observar que muchas veces puede ser que experimentemos ese sentimiento de entender a los demás pero que se nos presenten otras circunstancias que pueden llevarnos a que a pesar de tener el sentimiento empático, actuemos por motivos egoístas ya que observamos el costo de la ayuda y en este caso nos encontramos ante un conflicto de intereses entre el bienestar propio y el de los demás, por lo tanto dentro de nuestra sociedad aún cuando las personas experimentan este sentimiento no se comportan como tal, debido a esa lucha de intereses que se presentan. Ya que el alto costo de la ayuda desvió la atención en considerar a los demás.
La empatía es una respuesta afectiva - cognitiva en virtud de que se activa por el estado de necesidad de otra persona y su intensidad se relaciona con la rapidez e intensidad de la ayuda subsiguiente, la que también depende de la información acerca de los pensamientos, sentimientos del otro y cuánto valoramos el bienestar de éstos.
Tendemos más a empatizar con amigos que con extraños porque existe un mayor intercambio de información con los primeros y también debido a la información previa almacenada que se tiene de estos. Esto permitiría inferir con mayor rapidez y precisión pensamientos y sentimientos del otro haciendo más fácil interpretar las situaciones en las cuales debemos ser empáticos.
Así que: Si me quiero, me muevo en forma equilibrada, respetando y aceptando el ser de los demás…

domingo, 21 de septiembre de 2008

YO AUTORREGULO, TU AUTORREGULAS...


La vida no es aceptable a no ser que el cuerpo
y el espíritu vivan en buena armonía,
si no hay un equilibrio natural entre ellos
y si no experimentan un respeto natural
el uno por el otro.
David Herbert Lawrence
La autoestima y motivación se quedarían simplemente como motores, sino somos capaces de equilibrarlas para que seamos capaces de vivir en plenitud. Por ello, los principales modelos de Inteligencia Emocional dan mucha importancia a la regulación de las propias emociones. De hecho, se trata de la piedra angular del concepto, ya que de nada sirve reconocer nuestras propias emociones si no podemos manejarlas de forma adaptativa.
La autorregulación emocional se englobaría dentro de lo que sería el proceso general de autorregulación psicológica, que es un mecanismo del ser humano que le permite mantener constante el balance psicológico. Para ello necesita de un sistema de feedback de control que le permita mantener el estatus en relación a una señal de control.
Vallés y Vallés (2003) señalan que puesto que las emociones tienen tres niveles de expresión (conductual, cognitivo y psicofisiológico) la regulación del comportamiento emocional afectará a estos tres sistemas de respuesta. Por tanto, la autorregulación emocional no sería sino un sistema de control que supervisaría que nuestra experiencia emocional se ajustase a nuestras metas de referencia.
Existe un modelo de autorregulación emocional propuesto por Bonano (2001), que señala tres categorías generales de actividad autorregulatoria:
1) Regulación de Control: Se refiere a comportamientos automáticos e instrumentales dirigidos a la inmediata regulación de respuestas emocionales que ya habían sido instigadas. Dentro de esta categoría se incluyen los siguientes mecanismos: disociación emocional, supresión emocional, expresión emocional y la risa.
2) Regulación Anticipatoria: Si la homeostasis está satisfecha en el momento, el siguiente paso es anticipar los futuros desafíos, las necesidades de control que se puedan presentar. Dentro de esta categoría se utilizarían los siguientes mecanismos: expresión emocional, la risa, evitar o buscar personas, sitios o situaciones, adquirir nuevas habilidades, revaloración, escribir o hablar acerca de sucesos angustiosos
3) Regulación Exploratoria: En el caso que no tengamos necesidades inmediatas o pendientes podemos involucrarnos en actividades exploratorias que nos permitan adquirir nuevas habilidades o recursos para mantener nuestra homeostasis emocional. Algunas de estas actividades pueden ser: entretenimiento, actividades, escribir sobre emociones
Otro modelo que podemos tomar en cuenta, es el Autorregulatorio de las Experiencias Emocionales, de Higgins , Grant y Shah (1999), dice que las personas prefieren algunos estados más que otros y que la autorregulación permite la ocurrencia de los estados preferidos más que de los no preferidos. Igualmente señalan que el tipo de placer y el tipo de malestar que la gente experimenta depende de qué tipo de autorregulación este funcionando.
Estos autores señalan tres principios fundamentales implicados en la autorregulación emocional:1) Anticipación regulatoria: Basándose en la experiencia previa, la gente puede anticipar el placer o malestar futuro. De esta forma, imaginar un suceso placentero futuro producirá una motivación de acercamiento, mientras que imaginar un malestar futuro producirá una motivación de evitación.2) Referencia regulatoria: Ante una misma situación, se puede adoptar un punto de referencia positivo o negativo. Por ejemplo, si dos personas desean casarse, una de ella puede anticipar el placer que significaría estar casados, mientras que la otra persona podría imaginar el malestar que les produciría no casarse. Por tanto la motivación sería la misma, pero una de ellas estaría movida por un punto de referencia positivo y la otra por un punto de vista negativo.3) Enfoque regulatorio: Los autores hacen una distinción entre un enfoque de promoción y un enfoque de prevención. Por tanto se distingue entre dos diferentes tipo de estados finales deseados: aspiraciones y autorrealizaciones (promoción) vs. responsabilidades y seguridades (prevención).
Los modelos vistos sobre inteligencia emocional la definen como un juego de habilidades y atributos personales o competencias sociales. Esto implicaría dos asunciones básicas (Barret y Gross, 2001):1º) Las emociones propias o las de otros se ven como entidades fijas sobre las que se pueden hacer juicios correctos o incorrectos.2º) La inteligencia emocional se ve como un conjunto estático de habilidadesEl modelo de procesos de Barret y Gross entiende las emociones como un fenómeno emergente y fluido que resultaría de la interacción entre procesos explícitos e implícitos, por lo cual no habría sitio para una evaluación correcta o incorrecta.
La inteligencia emocional sería en este modelo “un conjunto de procesos relacionados que permite al individuo desplegar satisfactoriamente representaciones mentales en la generación y regulación de de la respuesta emocional”.En este esquema de procesos, existirían dos aspectos de gran importancia. Por una parte, el cómo se representan las emociones (el como la persona representa mentalmente las emociones y se hace consciente de ellas). Por otra parte, el cómo y cuando se regulan las emociones.
Sobre la representación de las emociones solo diremos aquí que existirían tres procesos principales implicados en la generación de las emociones: la disponibilidad del conocimiento sobre las emociones, la accesibilidad del conocimiento sobre emociones y la motivación para construir experiencias emocionales discretas, y por último, la localización de los recursos de funciones como la memoria de trabajo. Estos procesos son de gran importancia para la Inteligencia Emocional, pero los dejaremos a un lado para centrarnos en el otro tipo de procesos, lo relacionados con la autorregulación emocional.
El Modelo de Gross de Autorregulación Emocional (Barret y Gross, 2001; Gross y John, 2002; Gross, 2002), sobre el cual se desarrolla el modelo de procesos de Inteligencia Emocional, se describen cinco puntos en los que las personas pueden intervenir para modificar el curso de la generación de emociones, esto es, autorregularse emocionalmente.
Los cinco elementos de este modelo serían:1) Selección de la situación: Se refiere a la aproximación o evitación de cierta gente, lugares u objetos con el objetivo de influenciar las propias emociones. Esto se produce ante cualquier selección que hacemos en la que está presente un impacto emocional.
2) Modificación de la situación: Una vez seleccionada, la persona se puede adaptar para modificar su impacto emocional
3) Despliegue atencional: La atención puede ayudar a la persona a elegir en qué aspecto de la situación se centrará (distraernos si la conversación nos aburre o tratar de pensar en otra cosa cuando no preocupa algo)
4) Cambio cognitivo: Se refiere a cual de los posibles significados elegimos de una situación. El significado es esencial, ya que determina las tendencias de respuesta.
5) Modulación de la respuesta: La modulación de la respuesta se refiere a influenciar estas tendencias de acción una vez que se han elegido, por ejemplo inhibiendo la expresión emocional.
Quizá nos parezca muy técnico lo escrito arriba, pero intenta ofrecer un panorama de la autorregulación emocional. Como hemos podido apreciar, existe aun multitud de modelos que hacen que no exista claridad de qué elementos conforman la Inteligencia Emocional.
Pero, en sí:
Si nos queremos, nos movemos; y al hacerlo, que sea equilibradamente…