sábado, 17 de octubre de 2009

SIENDO INTELIGENTE


Si queremos un mundo de paz y de justicia

hay que poner decididamente la inteligencia

al servicio del amor.

Antoine de Saint-Exupery






Diría el Dr. Alexis Carrel en uno de sus ensayos modelo…Voy a hablaros de un tema banal en apariencia… Dudo de la banalidad, pero, sí, del hecho que mucho se ha oído y dicho acerca de la inteligencia emocional. En esta semana, al revisar algunos apuntes para un taller de SINERGIA Y LIDERAZGO PARTICIPATIVO, retomé los cinco principios de la Inteligencia Emocional que nos menciona Goleman en su librito, y definitivamente, los dejo tal cual, para que los apliquemos a las diversas circunstancias que nos presenta la vida: en lo personal, lo laboral, con tus subordinados, colaboradores, alumnos y todo aquél con que te relacionas; ya que en muchas ocasiones, nos olvidamos que todos somos seres humanos y estamos en barcos similares, así que, naveguemos o hundámonos juntos.

AUTOCONCIENCIA

Implica reconocer los propios estados de ánimo, los recursos y las intuiciones.

Las competencias emocionales que dependen de la autoconciencia son:

Conciencia emocional: identificar las propias emociones y los efectos que pueden tener.

Correcta autovaloración: conocer las propias fortalezas y sus limitaciones.

Autoconfianza: un fuerte sentido del propio valor y capacidad.

AUTORREGULACIÓN

Se refiere a manejar los propios estados de ánimo, impulsos y recursos.

Las competencias emocionales que dependen de la autorregulación son:

Autocontrol: mantener vigiladas las emociones perturbadoras y los impulsos.

Confiabilidad: mantener estándares adecuados de honestidad e integridad.

Conciencia: asumir las responsabilidades del propio desempeño laboral.

Adaptabilidad: flexibilidad en el manejo de las situaciones de cambio.

Innovación: sentirse cómodo con la nueva información, las nuevas ideas y las nuevas situaciones.

MOTIVACIÓN

Se refiere a las tendencias emocionales que guían o facilitan el cumplimiento de las metas establecidas.

Impulso de logro: esfuerzo por mejorar o alcanzar un estándar de excelencia laboral.

Compromiso: matricularse con las metas del grupo u organización.

Iniciativa: disponibilidad para reaccionar ante las oportunidades.

Optimismo: persistencia en la persecución de los objetivos, a pesar de los obstáculos y retrocesos que puedan presentarse.

EMPATÍA

Implica tener conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de los otros.

Comprensión de los otros: darse cuenta de los sentimientos y perspectivas de los compañeros de trabajo.

Desarrollar a los otros: estar al tanto de las necesidades de desarrollo del resto y reforzar sus habilidades.

Servicio de orientación: anticipar, reconocer y satisfacer las necesidades reales del cliente.

Potenciar la diversidad: cultivar las oportunidades laborales a través de distintos tipos de personas.

Conciencia política: ser capaz de leer las corrientes emocionales del grupo, así como el poder de las relaciones entre sus miembros.

DESTREZAS SOCIALES

Implica ser un experto para inducir respuestas deseadas en los otros. Este objetivo depende de las siguientes capacidades emocionales:

Influencia: idear efectivas tácticas de persuasión.

Comunicación: saber escuchar abiertamente al resto y elaborar mensajes convincentes.

Manejo de conflictos: saber negociar y resolver los desacuerdos que se presenten dentro del equipo de trabajo.

Liderazgo: capacidad de inspirar y guiar a los individuos y al grupo en su conjunto. Catalizador del cambio: iniciador o administrador de las situaciones nuevas.

Constructor de lazos: alimentar y reforzar las relaciones interpersonales dentro del grupo.

Colaboración y cooperación: trabajar con otros para alcanzar metas compartidas.

Capacidades de equipo: ser capaz de crear sinergia para la persecución de metas colectivas.

Y como el viejo decía: Ponte el saco que más te quede con ese te han de enterrar