sábado, 11 de octubre de 2008

MI MARCA PERSONAL




Sólo los necios se encuentran satisfechos
y confiados con la calidad de su trabajo.
Mercedes Milá
Hoy, tengo que agradecer a quien me envió está anécdota hace algún tiempo y que sirve de ejemplo para nuestro artículo:
Juan trabajaba en una empresa hace dos años, siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones, llegaba puntual y estaba orgulloso de que en dos años nunca recibió una amonestación.
Cierto día busco al gerente para hacerle un reclamo:
--Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado.
--Mire Rogelio, ingresó a un puesto igual que al mío hace solo 6 meses y ya está siendo promovido a Supervisor.
--Ummmmh - mostrando preocupación el gerente - le dice: Mientras resolvemos esto, quisiera me ayudes a solucionar un problema.
--Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy.
--En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigüe si tienen naranjas.
Juan se esmero en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta.
Bueno Juan, ¿qué averiguaste?
--Señor, tienen naranjas para la venta.
--¿Y cuánto cuestan?
--Ah... No pregunte por eso.
--Ok, pero, ¿viste si tienen suficientes naranjas para todo el personal?
--Tampoco pregunte por eso, señor.
--¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?
--No sé, señor, pero creo...
--Bueno, siéntate un momento.
El gerente cogió el teléfono y mando llamar a Rogelio.
Cuando éste se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta.
Cuando Rogelio retornó el gerente pregunta:
--Y bien Rogelio ¿que noticias me tienes?
--Señor, tienen naranjas, lo suficiente, para atender a todo el personal y si prefiere también tiene plátano, papaya, melón y mango. La naranja está a 1.5 pesos el kilo.
El plátano a 2.20 la mano, el mango a 0.9 el kilo, la papaya y el melón a 2.8 pesos el kilo. Me dice que si la compra es por mayoreo nos dará un descuento del 8 %. He dejado separada la naranja pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.
Muchas gracias Rogelio, pero espera un momento...
--Se dirige a Juan, que aun seguía esperando estupefacto y le dice:
--Juan, ¿qué me decías?
--Nada señor, eso es todo con su permiso...
Allá en la prehistoria, cuando mi padre aún vivía, en alguna de sus pláticas sobre qué íbamos a ser de “grandes”; nos decía que no importaba qué fuéramos con tal de que nos desempeñáramos como los mejores en la profesión u oficio elegido: si vas a ser barrendero; se el mejor de todos…Sin duda sus comentarios encerraban una verdad que hoy sigo arrastrando en las diversas actividades en las que he puesto mi ser. Y, es así. ¿Cuántos de nosotros nos conformamos con hacer lo que nos corresponde y dejar lo demás para quienes quieran sucumbir en la oficina, en la escuela o en el servicio voluntario. Y somos los primeros en reclamar cuando eligen a otra persona como ganadora de un bono, de un premio, de un reconocimiento, porque nos sentimos dignos merecedores de ello…
Dice la parábola del sembrador citada en uno de los evangelios: Y el sembrador arrojó las semillas; unas cayeron en tierra infertil, se perdieron; otras cayeron en terreno pedregoso y dieron algunos frutos; otras cayeron en terreno fértil y algunas de las semillas dieron hasta el 110%. Y nosotros, ¿cuán dispuestos estamos a dar más allá de lo pedido: en nuestro tiempo, nuestras actividades, nuestro ser…¿cuánta pasión tenemos por realizar lo que hacemos? ¿Somos de las personas que seguimos creyendo que la tercera es la vencida? ¿Qué tanto nos comprometemos con las personas que nos rodean en su crecimiento personal para ser mejores como sociedad? ¿seguimos tirando pequeña basura en la calle? ¿somos los mismos dilapidadores de energía en nuestras casas? ¿estamos conscientes de qué nos estamos acabando a nuestro planeta?
El dar más que los demás nos obliga…OBLIGA…a ser excelentes; y esto genera un compromiso con todo lo que nos rodea. Darte cuenta de la capacidad de transformación que está en nuestro ser es comenzar a actuar sin esperar una retribución, sólo dando y dando es como crecemos en todos los aspectos. No esperemos la recompensa para hacer algo, sirvamos a los demás y todo lo demás nos vendrá en la justa medida.
Si tú eres entusiasta, apasionado, entregado, comprometido y dejas tu MARCA PERSONAL en todo lo que realizas, entonces, comenzarás a tener una serie de personas a tu alrededor que se dejarán llevar por tus acciones, ya que existen pocos ejemplos congruentes a quien seguir. Se uno de ellos; hoy, nuestro mundo necesita de personas que den un valor agregado a todo su entorno; y yo sé..que tú eres de ellos….
Y como el viejo decía: Si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría…