sábado, 7 de marzo de 2009

SI YO FUERA MUJER




La mujer actual tiene una obsesión por
ser igual que el hombre, y no sé por
que, si el hombre es un pobre diablo
desorientado.
Antonio López




Si yo fuera mujer, tendría que empezar por abrir del todo, el telón de fondos del mito virginal, y del hombre macho si yo fuera mujer… Recuerdo la cancioncita. Hubo un tiempo en que se convirtió en todo un estandarte para diferentes facciones de nuestra acendrada sociedad celayense. Y, ¿qué pasó? Al menos, hoy oímos hablar de la equidad de género; igualdad en oportunidades, empleos para todos. Y yo, me quedo atónito ante tanta verbalización y el poco actuar, que en verdad tenemos frente a nuestro sexo (adjetivo), con el que nos tocó coexistir en este planeta.

Si vemos a lo largo de la existencia de la humanidad, podemos encontrar frase que definen, dentro de cada una de las circunstancias históricas a las mujeres, en sus diferentes épocas. Desde aquéllas aguerridas mujeres que nos muestra la Biblia; pasando por mujeres seductoras y capaces de hacer caer reinos enteros… Pregúntele a Salomón, Marco Aurelio, París y… hasta mujeres capaces de infiltrarse en los secretos monarcales y de gobierno más secretos… Mata Hari; todas ellas, sin duda, verdaderas adalides épicas de nuestra historia; y que, sin pensarlo por una lágrima de ellas, seríamos capaces de poner el universo a sus pies. Dice la frase: “No hay mayor fuerza hidráulica en el mundo que la lágrima de una mujer”.

Hace poco en medio de una mesa de cantina… Conversábamos sobre la superioridad de uno u otro sexo; y, fiel a mis convicciones. Puedo seguir diciendo que la mujer es superior en muchos sentidos a nosotros los “machos”; y que, nos hemos ido pavoneando por el mundo debido a la gran “astucia” de la mujer, que nos permite hacerlo si eso nos hace felices. Bendita paradoja. Pero, de hecho, podemos encontrarnos con un sinnúmero de ejemplos donde la mujer se coloca por encima de nosotros, sin que siquiera nosotros lo notemos.

De entre todo lo que puedo destacar de las féminas, hay una, a la que deseo agradecer sobremanera el hecho de estar compartiendo con ustedes un texto dedicado a ellas; esta persona, es el pan de dulce más dulce que puede existir sobre la tierra; es más creo que gracias a ella el azúcar existe y es por su dulzura y bonomía que muchas personas la admiran; a tal grado llega el que la conozcas y la quieras, que muchos de mis amigos, la visitan a ella y no a mi… Bendita cosa.

Gracias a ella, sé lo que es bueno de lo malo. Toda su vida ha sido un ejemplo de muchos valores que si quisiera vivirlos, me quedo en el estilo monacal y que, ella nos supo transmitir congruentemente: diciendo y viviendo. Es la síntesis más precisa que puedo encontrar de la máxima evangélica: La fe sin obras, es fe muerta. Muchas personas que conozco se acercan a su iglesia, a su fe, gracias a los comentarios que siempre hace este maravilloso ser.

También, pese a que nunca fue a la escuela. Ella misma comenta que le daba fiebre pensar en todo lo que tenía que aprender. Es una magnifica administradora. Si sus hijos tomáramos el 50% de sus conocimientos empíricos, no andaríamos despilfarrando el dinero por aquí y por allá. Para ella, lo primero es el abastecimiento familiar, y después todo lo demás. Es de la hay que cuidar las vacas gordas pa´cuando nos lleguen las vacas flacas. A ella siempre la verás angustiada porque el dinero no alcanza y siempre tiene para lo que necesita. JAJAJA. Cuando a muchos nos ocurre lo contrario.

Otra bendita característica, es su imán para todo. Si un día, ella se decide a vender piedras, las mismas a las que les encuentra comprador. Tiene un don maravilloso para lo que ella ofrece se vaya y le deje ganancia. Recuerdo hace como dos años comenzó a tener unos canarios que le regalaron. Dijo que eran finos y los iba a reproducir. Según el último comentario, la semana pasada tenía 25 canarios de la tercera o cuarta generación. O sea, en dos años ha tenido alrededor de 120 canarios, mismos que ha ido vendiendo poco a poco, y luego dice; gracias a Dios todo se le da. Bendita constancia, dulzura y paciencia para estar criando a sus hijitos y que ellos se lo retribuyan de esa forma.

También, de ese ser maravilloso he ido aprendiendo, con el caminar de mi historia muchas actitudes, desde el ser tolerante con los demás, no hacer rabietas por hacerlas, bajarlo a mi estrés y ser un poco más dado a la vida familiar, ya que en ese sentido he sido un desapegado. Pero, lo más importante, y por lo que, hoy deseo rendirle tributo a esa mujer. Me ha enseñado a AMAR a las personas sin importar el daño o el bien que te hayan hecho. A DAR más allá de lo que tengo, porque Dios proveerá más adelante. A PERDONAR aunque suframos, ya que hubo quien dio la vida por nosotros y ni siquiera nos pregunto si lo deseábamos. A SONREIR, pese a que por dentro estés llorando, ya que una sonrisa obliga a tener una actitud positiva ante la vida. A LEVANTARME, no hay alguien que de más pena que un ser caído, todos nos caemos, pero también está en nosotros levantarnos una y otra vez, no importa cuanto te duela. A SER YO, ya que no importa lo gordo, lo feo, lo antipático y pedante que sea, siempre habrá un lugar en su corazón para mi y todo lo que ella evoca… Gracias por hacernos “gentes de bien” como lo mencionas. DOÑA MELIS… Gracias por todo lo que una mujer como tú me ha enseñado.

Y el viejo…. Calló…